✧ Capítulo 13 ✧

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PANDORA

Corrí detrás de mis compañeros. El pasillo ya estaba vacío, el resto de los estudiantes se encontraban ya en su próxima clase. Yo debería estar en la clase de geografía, pero, para mi desgracia, me encontraba dirigiéndome a mi habitación de nuevo.

Subí las escaleras de piedra detrás de Marco.

—Yo creo que no debería...

—No me dejes sola —le pedí, anticipando que quería marcharse.

Y apenas lo conocía, eso era cierto, pero Marco era como yo: tranquilo y calmado. Éramos todo lo contrario a Hunter y Santos, dos bombas de relojería a punto para estallar en cualquier momento.

Marco me miró a los ojos un momento y finalmente asintió con la cabeza. Siguió corriendo escaleras arriba y no tardamos en llegar a la puerta de mi cuarto. Hunter me observó con un gesto de fastidio, como si le molestara tener que esperar diez segundos a que yo abriera la puerta porque yo le había quitado su llave.

Abrí la puerta con cuidado y Santos y Hunter se lanzaron al interior del cuarto. Si aquello que se había llevado a Emma se encontraba debajo de su cama, no iba a tardar en llevarse a esos dos también.

—Tengo miedo —me susurró Marco, asegurándose de que nadie más lo oía.

—Imagínate yo —dije en voz baja—, yo duermo en esta habitación.

Hunter se tendió en el suelo, quedando tirado frente a la cama de Emma.

—Oh, Hunter, siéntete como en tu casa —murmuré de forma sarcástica.

Para mi sorpresa, él contestó, aunque sin hacer ninguna referencia a mi provocación.

—Tiene que haber algo aquí, estoy seguro.

Si tenía que ser sincera, si había algo debajo de la cama, yo prefería no ser consciente. Aun así, sabía que el mundo no sería tan amable conmigo. A mi lado, Santos volvió a morderse la uña de su dedo índice y yo tuve que controlarme para no pedirle que parara. Respiré hondo y me fijé de nuevo en Hunter, que continuaba con su búsqueda.

—No hay nada —susurró al cabo de unos segundos.

—Debajo del colchón —sugirió Marco.

—Buena idea.

Me habría gustado que pudiéramos llevar a cabo la búsqueda sin causar destrozos, pero supe que eso no sería posible tan pronto como Santos se acercó y, con la ayuda de Hunter, ambos levantaron el colchón de la cama de Emma. Las sábanas rojas y los cojines salieron volando y cayeron al suelo.

Si yo hubiera sido Emma, me habría molestado mucho que alguien hiciera eso con mis pertenencias. Me habría puesto hecha una fiera cuando volviera...

... pero no creía que Emma fuera a volver.

Los 7 infiernos de Hunter Alexandre.  [Fantasía/Romance].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora