La historia que nadie vio

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(Créditos a quien correspondan. Y los trolee verdad. El capítulo anterior no era el final.)

Comenzaremos por los agradecimientos... gracias a todos, los que hayáis leído esta historia, o votaron en la historia. Agradezco los comentarios. También aprecio vuestro apoyo. Espero llegue a superar a "Paimon en Naruto"

Colocare el borrador de la historia, para ver el primer trabajo de Emex. Aquí va, veamos que realizo.

(Créditos a quien correspondan)

"La carga divina sobre una espalda mortal"

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"La carga divina sobre una espalda mortal"

Sinceramente, al nacer obtenemos el don de la vida. Se supone que es algo bueno, no obstante, hay algunas veces, en que deseamos ser abortados. En otras palabras, no existir.

En un estanque. Una joven cuyo cabello era corto, con tonos azulados, y su piel era blanca como la nieve. Sus ojos se encontraban cerrados. Estaba en una pose de meditación, en el suelo. Por su vestimenta, parecía ser de la realeza.

Al abrir los ojos, se encuentra sobre un océano. En frente suyo, una chica que poseía su apariencia. La otra fémina, posee una sonrisa. Nuestra protagonista, solo podía mostrar ira. No obstante, unas lagrimas emanan de sus ojos.

—¿Qué pasa querida? Algo entristeció tu corazón, si es así, siéntete libre de expresar lo que... —La mortal, había realizado un golpe al rostro, de la amable diosa. Debido a la rabia y dolor en su interior.

—¡Callate! ¡De-deja de actuar! ¡¿Cómo pudiste hacerme esto?! —La humana rompe en llanto. La divinidad, se alzaría con una seriedad, visible en su mirada.

—¡A llorar a la guardería! Tu naciste porque yo lo quise. Buscaba en ti una herramienta, la cual cargase con mis pecados, no una llorona a la cual cuidar —La diosa, frunce el ceño, su paciencia se había agotado.

—Así que eso soy para ti. Una herramienta, sabes que, me canse. Voy a ir a la ciudad, y decirles a todos la verdad. ¡No me importa nada! —La mirada de la chica, se torna seria, sin aparente duda. 

La mortal, intentaría marcharse, no obstante, escucharía la risa de la diosa. La cual era algo retorcida, a pesar de su apariencia bella.

—No trates de ser valiente, Furina. Tanto tu como yo sabemos, que una vez digas la verdad. El agua inundara las calles, desencadenando el final de esta nación —Focalors, ofrece una mirada fría, para después cortar la conexión.

Furina, se encontraba cerca del estanque. Las lagrimas abundaban en su rostro. Su impotencia le condujo a golpear la tierra, con sus manos desnudas. Exhausta, limpió su rostro, y miro hacia el cielo.

—¡Focalors! Juro con mi propia vida, que te mataré, sin importar si es lo último que haga —La dama Furina, se pone de pie, con el fin de caminar, en dirección a la capital.

Una tormenta apareció desde el horizonte, esta aumentaba por cada paso realizado, por la joven. Los truenos se escuchaban a la distancia.

—"Búrlate si deseas, juega con mi cuerpo. Más nunca romperás mi voluntad" —Fueron sus pensamientos, no obstante, ocultaba su tristeza bajo una sonrisa. Ya que incluso ella, no quería revelar el dolor que reside en su corazón.

La  sangre que baña las aguasWhere stories live. Discover now