La lluvia que traza caminos.

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(Créditos a quien corresponda de la imagen. Se ve bien la imagen, hehe)

Mientras tanto

Entre las calles oscuras de aquella noche, dos personas corrían con un rumbo fijo. Una parecía cansada, mientras la otra mantenía el paso rápido.

Gran Juez, podría cargarme en su espalda. Ya no puedo más... Después de mezclarme con la vision, mi cuerpo es más pesado —Navia caería sobre sus rodillas, miraba suplicante hacia la figura de Neuvillette. Este se detuvo, y la cargo en su espalda.

—No pasa nada, lo importante, es llegar con la señorita Furina. Antes de que algo malo suceda —Neuvillette prosigue su paso rápido, cual destino era llegar a la casa de Furina.

Les tomaría algo de tiempo, pero al final llegarían. Neuvillette golpea a la puerta, expectante de que Furina abriese esta.

Esperarían unos minutos. Navia se cansaría, y destrozaría la puerta. 

—Señorita Navia, no hacia falta tal brutalidad. Como sea, entremos —El Gran Juez, junto a la jefa de Spina Di Rosula, entran en la casa.

Al entrar. Habían muebles rasgados, marcas de garras en las paredes, y cosas tiradas por allí y por alla. 

Claramente, sucedió una pelea allí. Aquello, dejaría pálido al Gran Juez, este ni siquiera era capaz de mover un musculo. 

Llegado tarde, nadie se encontraba allí, a excepción de ellos. Navia preocupada, posaría su mano, sobre el hombro de Neuvillette.

—No te preocupes, no hay ningún signo de sangre. Seguro, esta bien —La mujer rubia, trataría de calmar a su amigo.

Neuvillette volvería en si, y sus ojos parpadean unas cuantas veces. Este, asiente de forma ligera, y busca que hay en la casa, junto a Navia.

El Gran Juez, al estar en su búsqueda. Se encuentra con una escotilla, en el suelo.

—Navia, ven aquí, eh descubierto algo. No, estoy seguro, pero tenemos que revisar —Navia acude con el, así ella abre la escotilla de un golpe.

Los dos intentarían bajar, pero, en un instante, una vampira salió de allí. Esta al igual que todas era pálida, y de ojos rojizos, no obstante, su cabello era verde.

(Créditos a quien corresponda esta imagen, y no me vengan con que parece una elfa, en lugar de vampira.)

Esta vampira, mantendría una distancia de los dos

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Esta vampira, mantendría una distancia de los dos. Sus ojos rojizos enfocados en Neuvillette.

—Vaya, gracias por salvarme, te dejaría ir. No obstante, eso iría en contra de mi naturaleza hambrienta. Mi nombre es Maichira —La vampira, sonríe traviesa, encontraba divertido el tener dos presas delante suyo.

La  sangre que baña las aguasWhere stories live. Discover now