Una noche brillante

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En cuanto el taxi dejó a _____ en su hostal, el chico se instaló, descanso un poco, pero, no tardo en salir a buscar algo que comer, caminaba con su celular en una mano y un pequeño libro de historia en la otra. No dominaba el idioma, pero al menos podría pedir algo que le tranquilizará un poco el hambre que tenía.

Caminó por horas, visitando museos, se dio cuenta de que eran muchísimos y que quizás no le daría tiempo poder visitar todos, hizo fila de hasta tres horas para poder admirar a la Mona Lisa. Pero al final lo consiguió, aunque para cuando pudo salir el sol ya se estaba ocultando.

Se apresuró y se dirigió a la Torre Eiffel, había leído que era un espectáculo cuando se encendían todas sus luces, y quería comprobar por si mismo si eso era verdad. Así que buscó en donde poder sentarse y admirar el espectáculo, de verdad era impresionante, pasaron solo unos segundos para que llegará a su mente el nombre de Lalisa, se preguntaba si ahora estaría haciendo algo importante que tuviera que ver con su carrera de artista.

Sacó su celular y comenzó a buscar información de ella, se sorprendió de todo lo que había encontrado, de verdad ella era muy famosa, "quizás debí pedirle alguna foto", pensaba, quizás no volvería a toparse con ella, o quizás ella no lo recordaría, sí... eso era lo más probable.

Guardo su celular, recargo su cabeza en el árbol y cerró los ojos. A los minutos escuchó como otra persona se sentaba y recargaba en el mismo árbol en donde se encontraba él.

No le quiso tomar importancia, hasta que escucho la voz de una chica... y no de cualquier chica, era la misma con quien había compartido aquella conversación en el avión... era Lalisa.

Lisa: no puedo creer que en Culross de verdad coman eso, - él no podía creer que ella de verdad hubiera recordado el platillo y lo más asombroso era que... lo había buscado en internet. -

_____: y hay platillos mucho más extraños que ese, te lo puedo asegurar, - habló y se dio cuenta de que la chica se había asustado y giró tan rápido que él no pudo evitar reír, sobre todo por todo lo que llevaba en la cabeza para que nadie supiera quien era y ahora él ya entendía muy bien el porqué, la gente seguramente no la dejaría disfrutar ni un momento si salía completamente descubierta. –

Lisa: estás aquí...

_____: estoy aquí...

Lisa: que coincidencia ¿no lo crees?

_____: es verdad, es una gran coincidencia...

Ante la sorpresa de Lisa, el chico se acercó para poder susurrar algo y que solamente ella lo pudiera escuchar.

_____: es coincidencia o quizás es que una super estrella me está siguiendo los pasos.

Cuando se volvió alejar, él seguía sonriendo, Lisa debajo de la enorme bufanda también estaba sonriendo, había algo en ese chico que le gustaba, quizás la forma tan natural de decir las cosas o quizás su sonrisa, que, a diferencia de Frédéric, la de _____ reflejaba sinceridad.

Lisa: no creo que tengas tanta suerte para eso.

La respuesta de ella hizo que él comenzará a reír, se puso de pie y le ofreció su mano para ayudarla a levantarse. Ella la acepto y al ponerse de pie, se percató de que él era alto, al menos media un aproximado de 1.80.

_____: vamos a dar un paseo.

Lisa: ¿un paseo? ¿a dónde?

_____: no lo sé, tú eres la experta en esta ciudad parisina, así que se acepta cualquier sugerencia.

Lisa: de acuerdo, creo que puedo ser tu guía por esta noche.

_____: espero que sea gratis, recuerda que soy un turista de clase media.

Cuando te conocí (Lisa y tú)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon