19

309 48 7
                                    

Mark fue el primero en atacar, lanzando un puñetazo al rostro de Kihyun que me hizo jadear de la sorpresa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Mark fue el primero en atacar, lanzando un puñetazo al rostro de Kihyun que me hizo jadear de la sorpresa.

Y de repente, salieron más personas. Eran hombres que vestían con lo que parecía ser una armadura de metal y lanzas en sus manos, con la cabeza descubierta dejando a la vista sus caras, pero no pude reconocer a ninguno.

Rodearon a los tres chicos y la situación se volvió caótica, ellos les ganaban en número, pero aún así vi las patadas y movimientos ágiles de Taeyong, Mark y Kim Doyoung mientras derribaban a los soldados de Kihyun.

Traté de despertar a Renjun para poder irnos, porque sabía que no iba a poder cargarlo yo sola.

—Renjun— susurré cerca de él, esperando no llamar mucho la atención de los demás —Despierta, tenemos que irnos.

El chico entreabrió sus ojos, pero seguía más allá que aquí.

—¿Nara?— balbuceó con dificultad.

—Sí, soy yo— asentí, tratando de sonreír a pesar de los sonidos de las lanzas chocando unas contra otras —Necesito que te levantes, tenemos que salir de aquí.

Asintió, todavía desubicado y trató de moverse, consiguiendo solo sacar un gemido de dolor de sus pálidos labios.

—Me duele— susurró pareciendo un poco más despierto —me duele mucho.

La rabia dentro de mi creció, reconociendo que Kihyun no sólo le había roto el labio, sino, seguramente le golpeó todo el cuerpo.

No podía moverlo y él no terminaba de despertarse, estábamos perdidos.

Pensé en la posibilidad de tomarlo por las axilas y arrastrarlo hasta el auto de Taeyong, pero por más que Renjun fuera delgado, yo era más pequeña y débil que él. Sobretodo ahora que era peso muerto, no podría avanzar mucho antes de que nos atrapen o yo también me desmaye en el intento.

Volví a ver la batalla que se había formado entre la especie marina, encontrando a varios soldados en el suelo, inconscientes o con sangre saliendo de sus abdómenes.

La imagen me hizo estremecer, notando que también sangraban como cualquier humano, igual que lo hizo Kim cuando le golpeé la nariz con la puerta.

Sin embargo, los hermanos Lee y Kim Doyoung parecían sin ninguna herida visible, solo tenían la respiración agitada y una capa de sudor en sus rostros.

Aún en estos momentos, los tres se veía bien, demasiado bien como para estar golpeando a otros chicos sin compasión.

¿No serán deidades divinas?

Entrecerré mis ojos al pensarlo.

Me di cuenta que Kihyun no participaba de la pelea, e incluso, no se encontraba presente, ni donde lo había visto por última vez hace poco ni en ningún lado.

CRESCENDO | Kim DoyoungWhere stories live. Discover now