No fui a clases el siguiente día. Decidí dormir todo lo posible, haciéndole creer a mi madre que no había clases debido a un evento de la Facultad.
No había manera de que pudiera contactar a Kim Doyoung para decirle que no iría, así que lo mejor que se me ocurrió, fue poner un cartel en el buzón de correo que decía “No iré a clases, y no tengo mi celular, lo siento.” Con un pastelillo de chocolate y café caliente.
Sentí culpa por hacerle venir en vano, pero ni siquiera recordaba su número para poder hablarle por el celular de mi madre.
Y bueno, mamá se preocupó mucho al verme llegar, porque según ella, estaba pálida como si hubiera visto a un fantasma. Le tuve que decir que me robaron la mochila de camino a la casa, y aunque me gané una regañada, salió mejor de lo que esperaba.
Le tuve que avisar a Elkie y Renjun a través de Instagram por mi computadora portátil todo el asunto, estando más aliviada de al menos, poder comunicarme con ellos de esa manera.
El siguiente día tuve que ir, porque como estúpida, había olvidado que tenía examen el día anterior y por eso estuve en la biblioteca antes.
Encontré el auto de Kim Doyoung ya estaba estacionado afuera de mi casa, y aunque no lo veía por las ventanas, sabía que me estaba mirando.
Entré y me acomodé en el asiento, poniendo mi bolso negro encima de mis piernas.
—Buen día, Kim Doyoung— saludé, sonriendo con los labios cerrados.
—Buen día, Choi Nara— y cuando me devolvió el saludo de la misma manera, volteé a verle.
Me miraba con mucha atención, sus ojos cafés examinaban mi cara y su cabeza estaba ladeada.
Parecía un conejo, jé.
—Vamos a clases— agregó luego de unos segundos, encendiendo el auto y empezando el camino.
Pensé que me iba a preguntar sobre mi falta el día de ayer, pero no lo hizo, se mantuvo mirando el camino y cruzando las calles mientras manejaba ágilmente.
Al llegar a la universidad, en el estacionamiento estaba Taeyong esperando justo donde aparcamos.
—¿Sin problemas?— le preguntó a Kim Doyoung y éste asintió.
Los miré interrogativamente, teniendo curiosidad sobre a qué se referían.
—Kihyun y Wonwoo intentaron llevarte desde un lugar público— empezó Kim Doyoung —, creímos que no harían esto, por lo menos no tan pronto, pero los subestimamos. Y como no tienes tu celular, estás más desprotegida.
Miré a Taeyong, quien tecleaba algo en su celular, pareciendo más atento a eso que a la conversación.
—¿Entonces…? — pregunté levantando ambas cejas.
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CRESCENDO | Kim Doyoung
Fanfiction"No lo escuches, tápate los oídos." Su voz tenía un tono suave, no era tosco ni grave, podías confundirlo con un ser celestial. Era su mejor arma, porque cuando lo utilizaba, un crescendo se alzaba a tu alrededor, y solo esperabas escuchar las arpa...