Capítulo XIII.

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¡ Advertencia !

Esta historia tocará algunos temas sensibles como el maltrato psicólogo, verbal y algunas escenas con violencia explícita, por lo que tengan presente en todo momento que esta es una obra de ficción, que no busca promocionar el hate en contra de ningún streamer involucrado y que, en caso de ser sensible a alguno de estos temas, siempre se puede suspender la lectura.¡Sean respetuosos!

¡Sean respetuosos!

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12 | 04 | 2024.



   Shadoune se había ido tan pronto como terminaron de reconstruir la cabaña junto al lago. El equipo de Missa había llegado en ese entonces con un aura bastante pesada, por lo que, si bien el francés no había querido abandonarlo ahí completamente solo, entre las miradas fusilantes de Reborn y las súplicas disimuladas que le daba Missa para se fuera, no tuvo más elección que marcharse de allí.

   Eso sí, está claro que no lo hizo sin antes darle un largo abrazo al pelinegro, donde le susurraba rápidamente al oído que podía escribirle en caso de cualquier cosa y que, si gustaba, mañana mismo podría acompañarlos a minar, como una invitación directa que le había mandado su padre Rubius.

   Luego de que se fuera, Missa ingresó finalmente a la base junto con Reborn. Ambos estaban demasiado callados, pese a que habían permanecido unidos durante el trayecto a la cocina, por lo que ya incómodos con la tensión establecida, ninguno se atrevió a romper ese silencio.

   Sin embargo, en la sala de dicha base, la historia era muy distinta.

― Biyín. ―Auron la llama con un tono de reproche, en el momento que abre su cofre y lo consigue únicamente relleno con maderas de abeto.― ¿Tú tomaste mi polvo de hueso?

― Yo no he tomado nada. ―respondió igual de irritada y predispuesta a discutir, hasta que abrió su propio cofre buscando el sustento de su argumento.― Oh no. ―murmuró aterrada, su boca repitió rápidamente el último monosílabo, en señal de preocupación.― ¡Mis cosas! ―gritó.― ¡Alguien guardó las semillas de Focus junto con tu polvo de hueso en mi cofre, esto es una enredadera enorme! ―se quejó con las cejas fruncidas, un gesto que Auron imitó.

― ¿Alguien? Pues, ¿quién más iba a ser? ―pregunta con ironía.― ¡Missa, ven para acá! ―grita furioso sin moverse de su sitio, provocando que el mexicano salga disparado de la cocina, apenas tomándose el tiempo suficiente para indicarle a Reborn que siguiera cocinando.― ¿Estuviste hurgando en nuestras cosas? ―interrogó.

― N-no... ―el menor se sintió cohibido por la intensidad de las miradas, por lo que su voz inevitablemente se quebró.― Solo limpié y traté de organizar algunas cosas...

𝐎 𝐒𝐎𝐋 𝐄 𝐀 𝐋𝐔𝐀 | Missaborn/Shadissa.जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें