-37- Renacer.

107 5 1
                                    

Roke

— ¿Podrías no preocuparte? !Estoy bien!  Porfavor Zion, no me trates como alguien frágil que está a punto de romperse, porfavor— suplico con desesperación. Han pasado dos semanas desde el incidente, desde el peor día de mi vida pensando que iba a perder a mi hijo.
El doctor dijo que debía tener mucho reposo y cuidarme. Pero Zion lo está llevando todo a otro nivel. A penas me deja dar tres pasos, incluso intenta bañarme. Me trae la comida a la cama, me da mis medicamentos para el embarazo y esta checandome constantemente. Lo aprecio mucho, me ha tratado de maravillada pero también me siento inútil.

— El doctor dijo...

— Se que dijo el doctor. Lo estoy cumpliendo pero tampoco estoy invalida— digo cortandolo, si no lo hago repetirá lo que ha dicho hasta el hartazgo.

Zion suspira. Se sienta al lado de la cama con sumo cuidado y toma mi mano, besa mis dedos y luego me mira.

— No quiero que les pase nada mariposita, no quiero ser más el responsable de tu dolor y mucho menos de una pérdida tan grande— dice con esos ojos color miel con tintes verdes que me enloquecen. La angustia también es palpable.

— Zion, no pasará nada. Estoy bien, el doctor dijo que solo debía descansar pero que estaba fuera de peligro. Solo relajate, yo no te estoy culpando de nada a ti. ¿Porqué insistes en culparte?— pregunto honestamente preocupada por lo que él siente.

— Soy el culpable de muchas cosas que te han pasado, si yo hubiese estado en la mansión ese maldito desgraciado no te hubiese atacado, si yo hubiese sabido que estabas embarazada jamas hubiese dejado las cosas como las hice. Fui un cobarde un tarado y un completo imbecil. Perdón— dice por millonésima vez.

Desde que salí del hospital, Zion me ha pedido perdón por todo lo que pasó. No se los detalles de su decisión de cortas las cosas conmigo, no he querido preguntarle nada más porque veo el conflicto en sus ojos y la culpabilidad lo está ahogando es por eso que me animo a preguntar que rayos paso hace seis meses.

— Zion ¿Qué pasó? Necesito que me lo cuentes todo— pido tranquilamente. Cierra los ojos y luego levanta su mirada al techo, resignandose. Suspira y luego habla.

— Edmund y Anna me necesitaban para que les ayudara a hackear el sistema de la casa donde Edmund compró a Anna.

Oh wow.

Edmund me cuenta cada detalle de todo lo que pasó, desde el plan inicial hasta como Edmund quedó en coma. Puedo sentir su tensión cuando me lo cuenta, también hay dolor en sus ojos. No se si son las hormonas, pero de repente me encuentro llorando.

— ¿Anna está embarazada?—. Pregunto con emoción. Zion asiente y me limpia las lágrimas.

— Si. Ambas están embarazada. Anna tendrá una niña y tu un niño.

Sonrío. Y me siento culpable. Deje todo atrás, no me importó nadie ni siquiera Leani.

— Oh Zion. Soy una mala persona, mal agradecida. Estaba tan enojada y dolida que me olvide de todos, me olvide de Leani y yo...

— Shhh. No llores, no te alteres mariposita, no quiero que sufras por nada. Recuerda que nuestro bebé necesita estar tranquilo, porfavor —. Suplica. Intento calmarme, pero me triste.

— ¿Fue por todo eso que terminaste conmigo?—. Pregunto ansiosa por saberlo. Zion se tensa un momento luego veo como sus hombros se hunden. Hay tantas emociones reprimidas y entiendo porque lo hace pero no soy de cristal no voy a romperme.

— Zion. Necesito que me hables, necesito que me explique porque me dejaste así sin más—. Sueno desesperada pero necesito saberlo.

— Soy un desastre mariposita, soy un desastre —. Dice y se larga a llorar. Llorando, el está llorando como un niño pequeño sobre mis piernas, aferrándose a mi como si fuese a soltarlo y me quiebro junto con el, lloro lágrimas silenciosas, aquellas que había contenido por tanto tiempo. Ambos perdimos y muy poco hemos ganado, la vida nos ha golpeado a ambos de maneras duras y diferentes, ambos hemos estado solos con nuestros sentimientos y pensamientos.

SOLAMENTE MÍA.Where stories live. Discover now