SOLAMENTE MÍA.

-35- Estoy cansada.

Roke

Honestamente. Estoy cansada.

Estoy cansada de tener miedo, cansada de luchar contra todo lo que me está pasando. Estoy cansada de ser la más débil, la que no tiene las decisiones, la que dependa de alguien más.

Estoy cansada de ser la víctima. Mi hijo me necesita fuerte, yo no puedo ser una madre débil mucho menos cobarde, no puedo darle angustias a mi niño, no puedo permitir que el dolor, el odio o lo que sienta me quite el amor que puedo darle a mi hijo.

— Rosalynne —. Dice mi padre mientras yo pienso en todo. Cierro los ojos, decidida por primera vez a hablar.

— ¿Porqué nunca dejaste de llamarme Rosalynne?— pregunto cansada. Abro los ojos y lo miro, el se sienta en el sofá frente a mi. Mi mano descansa en mi panza, mi hijo ha dejado de moverse.

— Porqué fue la única decisión que tuve. Yo les puse el nombre a ti y a tu hermana — dice tranquilamente.

— ¿Porqué? ¿Porqué adueñarte de un nombre y abandonarnos?— pregunto al fin.

Los ojos de papá se ven tan cansados, el es un hombre bien vestido y de buena apariencia, hoy luce ... fuera de lugar.

— Las cosas no fueron como tu mamá te las contó —.

— Entonces cuéntame como fueron las cosas papá porque estoy harte de vivir en la ignorancia. Estoy tan cansada de todo. Los años que sufrí a manos del monstruo y de mamá nadie me los va a devolver, los tres años que viví en Estados Unidos fueron tan complicados. Estaba sola, y tú nunca te interesaste por mi — digo con un nudo en la garganta.

— Rosalynne...

— Porfavor papá. Solo dime la verdad— digo susurrando.

— Donna no te contó la verdad. Mintió en muchas cosas—.

— ¿Qué cosas?—. Pregunto angustiada.

— Donna proviene de una familia no muy buena hija, su familia está involucrada en cosas ilegales, drogas, prostitución entre otras cosas. Cuando yo la conocí, para mí fue solo una balletista hermosa. Nunca la vi con guardaespaldas, nunca la vi con alguien más. Note que se escondía y estaba constantemente en alerta pero pensé que era por su edad— Lo escucho atentamente.

Asiento. Mamá nunca habló de su familia, decía que la habían abandonado por culpa de mi padre.

— Tú mamá me dijo que sufría maltratos en su casa, quería escaparse conmigo. Yo estaba casado Rosalynne, lo sabes. Mi difunta esposa Camille y yo llevábamos una relación cordial, no la amaba. Me enamoré de Donna. Llevé a Donna lejos de su familia, al menos eso creía. La llevé a Furore, un pueblo alejado de todo.

Asiento nuevamente. Eso lo sé, mamá odiaba Furore por culpa de papá. Cuando conoció al monstruo vivíamos en Venecia.

— Estaba enamorado de ella como un adolescente, seguí mi campaña por Europa pero regresaba a ella, un día su familia nos descubrió y todo fue caos. Su papá me secuestro, me retuvo por un mes, creí que iba a morir hija.

— ¿Quienes eran ellos? ¿Porqué ibas a morir?— pregunto presintiendo que lo que está a punto de decir no me gustará. Papá suspira, se pasa la mano por el cabello arruinando su peinado.

— Donna provenía de una familia Siciliana Rosalynne, de una familia formada en la mafia— responde.

Lo miro como si le ha salido otra cabeza. No logro comprender lo que dice pero siento que se me acelera el pulso.

— ¿Mafia? No-no entiendo ... ¿Cómo en las películas?— pregunto torpemente.

Papá suelta una risa seca.