Capítulo 11: No te alteres

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Mara

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Mara

¿Alguna vez han sentido que eres otro personaje de relleno donde solo existes para ver brillar a otro?

Viviendo en un lugar bajo el mandato de un guion infinito, donde solo existes para ver como todos avanzas, pero constantemente sientes que sigues en el mismo lugar.

Porque esa fue la sensación que tuve cuando escuché las palabras anteriores salir de la boca del guitarrista frente a mí. Un instante después, cuando el fuerte ritmo de las primeras notas de una melodía comenzó a fluir, golpeando contra mis oídos, me congelé, y una extraña sensación de familiaridad se apoderó de mi consciencia.

Como si hubiese vivido alguna vez un escenario familiar... porque, de hecho, mi versión pasada, lo había experimentado.

—Buenas noches, somos Softcore y esta noche les presentaremos en privado, solo para ustedes, un nuevo tema.

Podía reconocer una estrella cuando la veía; sabía distinguir el brillo cegador que opacaba la presencia del resto de los simples mortales sin premeditación, cuando estaba cerca de mí y por sobre todo, al ser yo un ser viviente en la constante oscuridad, sabía lo que se sentía verme envuelta y atraída ante el resplandor de alguien más, como una polilla a punto de quemar sus alas al acercarse demasiado al fuego.

Y se me era imposible quitar los ojos de encima de aquella hoguera, idiotizada al darme cuenta que Reign era una maldita supernova, a punto de cegar a todo aquel que se posara frente a él para verlo actuar con su banda sobre el escenario.

El rugido de una guitarra, acompañada del golpeteo de la batería, le dio pie a las primeras ondas del bajo y por último se incorporó la voz, con las primeras frases de una melodía furiosa.

No había más de cincuenta personas en lo que en algún momento había sido una de las salas de aquella mansión, todas y cada una de las personas a mi alrededor, estaban vestidos de forma elegante y sofisticada, sosteniendo en sus manos copas de cristal de espumante champaña. Ninguno dio una mirada en mi dirección y eso me alivio, pero de alguna manera terminaron por hacerme sentir como una mancha sucia en medio de un inmaculado mantel, por cargar una mochila a cuestas.

Me quedé atenta y expectante al escucharlo cantar, como si mis pies hubiesen sido plantados en el piso con el más fuerte de los pegamentos, siendo consciente de que aquellas estrofas se estaban deslizando de su garganta como la más rica y cálida miel.

¿Por qué estaba yo ahí? ¿Y por qué de alguna forma sus palabras me estaban calando hondo?

Es muy tarde en la noche.

Conocí a una chica con oscuridad.

Ella me dio una mirada.

Y definitivamente eso me tiene con vacilación.

Por alguna razón, el escuchar las frases de Reign, su voz suave, pero al mismo tiempo ronca, terminó por erizarme la piel. Se me era imposible desviar mi atención de su presencia y a pesar de ser cuatro personas haciendo un show, el único que parecía destacar, convirtiendo a los otros en extras o relleno, era él.

Ella sabe que le mientoWhere stories live. Discover now