Capítulo 2: hola, desconocida

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Reign

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Reign

Sacudí a la chica que estaba devorando mi cuello, en el momento en el que Daniel, mi mejor amigo, detuvo su monstruoso todoterreno en un semáforo en rojo. No había dormido una mierda la noche anterior y justo en ese instante tenía más café que sangre en mi sistema.

Habíamos permanecido toda la madrugada y parte de la mañana en el estudio, siendo gritados por nuestra manager. Hasta que las cosas se habían encendido de más y Daniel había llamado a un par de chicas que habían terminado con ambos en la parte trasera de su auto.

Ambas se habían quedado en los asientos de atrás, mientras yo había cambiado al del copiloto y esperaba con impaciencia a que mi amigo terminara por llevarme a mi clase de ese día, pero parecía más interesado en cantar a todo volumen alguna canción azar que estaba sonando en el reproductor del auto.

—Sí sigues con esa cara parecerá que tienes resaca —dijo una de la dos chicas desde donde estaba.

No podía diferenciar sus voces, y si habían dicho sus nombres, tampoco los recordaba.

No me sentía mal con ello y no era necesario fingir que me interesaban.

—¿En serio? ¿Te parece que tengo resaca? —respondí, pero no dirigiéndome a la chica, sino a Daniel.

—Parece como si estuviste haciendo cualquier cosa menos estudiando para tu prueba —este argumento con vehemencia, al mismo tiempo que despegó sus ojos de la carretera para verme.

El tampoco lucía mejor, pero no tenía que ir a clase a hacer un examen.

—Ojo en la carretera, Daniel —enuncie sin ninguna clase de simpatía—. No se va a ver bonito en los titulares, mucho menos en esa asquerosa mierda de hater. ¿Qué te parece mejor? Que diga que fuimos atrapados conduciendo con alcohol o que tuvimos un accidente con dos chicas que ni conoces.

—A hater no va importarle que tengamos un accidente, creo que haría su vida más feliz —este se burló. Las chicas también se rieron, siguiendo el juego, pero yo pude sentir su molestia detrás.

Suficiente teníamos en nuestros bolsillos como para arriesgarnos con un nuevo escándalo.

A él realmente no le importaba lo que dijeran en hater, la maldita página de chismes administrada por alguna persona que parecía saber cada cosa que pasara en nuestras vidas, en vez de ocuparse de la suya; ahí podían encontrar cualquier clase de rumores, desde los más simples, hasta las más turbios. Había comenzado como una cosa sencilla, un día casual, algunas stories en Instagram hablando principalmente mal de Softcore, pero últimamente estos se habían intensificado a más.

Nuestra manager, la madre de Lucas, se había dedicado con todo su equipo a investigar quién estaba detrás de todos los escándalos y el acoso, pero no había dado con nadie y a este punto nos habíamos resignado a que era imposible. En las primeras publicaciones, no se había sumado mucha gente, pero con el pasar de los meses, la pequeña chispa que era hater, comenzaba a convertirse en una llamada furiosa, sumando a más gente y comentarios imparables.

Ella sabe que le mientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora