𝘾𝙤𝙣𝙩𝙞𝙣𝙪𝙖𝙧 𝘼𝙫𝙖𝙣𝙯𝙖𝙣𝙙𝙤... ¿𝙋𝙚𝙧𝙤 𝙖 𝙦𝙪𝙚́ 𝙘𝙤𝙨𝙩𝙤?

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Azrael hace oídos sordos a los gritos de súplica de Albert y con su oz en alto de un tajo se deshace de esa alma oscura y corrupta. En el suelo se evapora una masa oscura y negra sin dejar rastro de que existió alguna vez.

El ángel voltea a ver al gigante pecador ciervo, aunque debería estar en jubiló por que su padre ya no existe... las palabras sobre que alguién más conoce su secreto lo ha tomado con la guardia baja.

-- ¿Alastor? -- El ángel desplegó sus alas negras y vuela frente su rostro -- ¿Estás preocupado por lo que dijo? ¿sobre el Subterráneo? --

-- Se supone que tuve cuidado en todo, nadie debería tener la menor idea de que hay una ciudad debajo del tamaño del círculo del orgullo ¿en qué me equivoqué...? -- Las emociones intrusivas que azotan su mente hacen que vuelva a su tamaño normal y Azrael aterriza frente a él.

-- ¡En nada! Haz hecho un buen trabajo al proteger a esas almas, en todo este tiempo sigo sin conocer a ningún demonio pecador como tú, hoy en día muestras más compasión que el propio cielo... --

-- Aún sigue dejando al Subterráneo bajo la mirada de alguién que no tenemos la menor idea de quién es... y vendrá por todos y por mí... --

-- No, no en mi guardia --

Alastor sonríe sin mostrar los dientes, como si fuera una sonrisa cansada y derrotada. Confía en Azrael pero sabe también que no debe depender de él -- Sabes que valoro tu lealtad y actitud temeraria... pero incluso Albert lo dijo, vendrá cuando menos lo espere... estés aquí o no presente... así que debo hacer lo correcto para proteger a todos... Azrael, hagamos un trato... --

Un resplandor dorado envuelve la mano de Alastor, aunque al pecador le parece un poquito raro ya que siempre cuando hace tratos aparece fuego verde... no dorado. El rostro del ángel es iluminado pero los ojos de él se abren con sorpresa al escuchar lo que ofrece Alastor...

Ambos con determinación estrechan sus manos e iluminan todo el interior del almacén con una poderosa luz cegadora por el trato que acaban de cerrar.

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Año: 2010

Las cosas en el Subterráneo han ido de maravilla, todas las almas están felices de estar a salvo y lejos del ambiente tentadora y dañina de la superficie del infierno.

Era una ciudad, en todo el sentido de la palabra. Había desde casas, locales, un hospital, granjas, puestos de comida, de ropa y un viejo maquinista instaló un tren que recorre cada esquina del lugar. ¡Wow!

¿Y cómo es que se consiguen los suministros para subsistir bajo tierra? Era gracias a Azrael, con un chasquido de dedos enviaba un montón de artículos del cielo que nadie se daría cuenta porque todo era infinito y no se terminaría nunca.

Desde su cabina más grande, Alastor transmitía su programa de radio y ponía música. E incluso volvió a instalar sus altavoces para que todos pudieran escucharlo sino tenían una radio cerca.

Y aunque Alastor estaba bastante renuente al principio accedió a que Azrael repartiera celulares y televisiones (nada fabricado por VoxTech), todo fué proveniente del cielo incluyendo la programación de canales y el Wi-Fi de la Corte Celestial de los Serafínes.

Azrael tenía una sonrisa de oreja a oreja mostrando su perfecta dentadura por lo que hizo, nadie se daría cuenta de su travesura.

Argh, Alastor también dejó que Azrael A VECES tocara su preciada cabina de radio y pusiera esa nueva música que era popular en la tierra.

¿Electrónica y Pop? Alastor no tiene la menor idea si esos son géneros de música. Él seguía prefiriendo el Jazz.

Desde la cima de un punto alto de la caverna, Azrael y Alastor sentados en la orilla observan a las almas reír, divertirse, cantar y bailar sin correr ningún peligro.

☬Verdades Ocultas || Hazbin Hotel☬Where stories live. Discover now