☬Verdades Ocultas || Hazbin Hotel☬

𝘾𝙤𝙣𝙩𝙞𝙣𝙪𝙖𝙧 𝘼𝙫𝙖𝙣𝙯𝙖𝙣𝙙𝙤... ¿𝙋𝙚𝙧𝙤 𝙖 𝙦𝙪𝙚́ 𝙘𝙤𝙨𝙩𝙤?

Lore: Alastor por fin de deshace del problema que lo persiguió por varios años. Ahora... debe ser más precavido que antes.

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El cuerpo agonizando en el suelo escupe bastante sangre que se atora en su garganta y la presión del bastón que también es micrófono está perforando en su pecho.

-- Siempre supe que terminarías en el infierno por ser una mierda de persona con tu propia familia...--

-- "coff" "coff" mira quién lo dice, tu madre estaría horrorizada al ver en lo que te has convertido... el Locutor de Radio que era un asesino en serie de medio tiempo...--

El rostro de Albert es pateado con fuerza suficiente para romperle casí el cuello. Quiere más que nada levantarse y huir pero no puede, Alastor rasgó su abdomen y parte de sus tripas están a la vista. Además de que su sombra lo retiene en el suelo.

-- Mantén a mi mamá fuera de tu sucia boca. Lo que tú le hiciste fué peor, la vendiste por dinero... y yo me encargue de los bastardos involucrados... ninguno quedó libre de mí -- Alastor se inclina lo suficiente para estar cara a cara con su padre -- Excepto tú... --

Lo que Alastor promete lo cumple, le tomó demasiado tiempo encontrar a Albert pero de no ser por su ira que crecía todos los días más la ayuda de Azrael no lo habría podido encontrar.

-- Me da tanta gracia el notar que hiciste un trato y no puedes decirme el nombre de quién te ordenó actuar contra mí... Siéntate afortunado de que tu miserable alma llegue a su fin, me siento... bastante misericordioso a pesar de que me orrilaste a deshacer una amistad de más de 40 años con un apreciado viejo amigo, atacar al Barrio Caníbal de una encantadora mujer, obligarme a destruir mi hogar y las antenas junto con los altavoces que instalé en el infierno, ir tras un viejo Overlord gato vulnerable... pero lo que más odio fué que creíste que tenías el control sobre mí otra vez. No, no, no... en esta ocasión gano yo... E̶L̶ D̶E̶M̶O̶N̶I̶O̶ D̶E̶ L̶A̶ R̶A̶D̶I̶O̶... --

Alastor se convierte en un monstruo gigante (referencia al cap. 5), su cabeza y espalda casi rompen el techo del gran almacén pero más que nada dejar en claro que con él no se podía jugar sin salir ileso.

Un inquietante silencio se apoderó el ambiente... hasta que Alastor escuchó las débiles risas maniáticas de Albert que resuenan en el lugar.

-- Nunca supiste mentir Ali... siempre fuiste un niño de mami; un pequeño marica... ¿Demonio de la Radio? Haha, no me hagas reír... -- Respira pesadamente debido a las heridas -- Siempre fuiste de alma sensible... ¿crees qué no sé qué tienes miles de almas escondidas debajo del suelo? --

Alastor está perplejo ante esa noticia, su temor de que alguién supiera sobre su secreto y más si ese era alguién como Albert siente que un hueco sé formó en estómago con un sentimiento que ya no había tratado... el miedo.

-- La primera vez y seguido de eso te deshiciste de los lacayos que fueron contratados para ir por tí... quién me ordenó que hiciera todo el trabajo no está para nada felíz de que sigas libre... desea poseer las almas que tienes bajo tu protección... ya no enviará a nadie para perseguirte, tarde o temprano irá por tí en persona y hará añicos tu alma... --

-- ...Me temo que debo desmentir esa parte, Albert... -- La voz fría y vacía de emoción ante la situación más el sonido de las pisadas de tacón acercándose hacen eco en las paredes del almacén. El recién llegado, con su arma en mano se pone al lado del Alastor gigante -- Nadie tiene el poder para destruir un alma a excepción del Señor Dios que me creó y yo mismo, tu servidor; el ángel de la muerte en persona... así que... si van por las almas que están protegidas o por Alastor de mi cuenta corre que me encargaré que destruir su existencia primero... así como lo haré contigo ahora mismo... --