Cena a medias

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- Ok, entonces. Yo tendré a Sumi dos fines de semana al mes, puedo visitarla cualquier día...

- Siempre y cuando me avises.
Interrumpió Mon.

- Siempre y cuando te avise.
Aceptó con resignación. A Sam no le encantaba la idea de tener que avisar, era su hija, quería estar con ella, con ambas todo el tiempo. Pero sabía que no estaba en posición de exigir nada.

- Sobre sus gastos, yo cubriré la escuela, comidas, calzado, entretenimiento, todo. No tienes que preocuparte por nada.

- Gracias, pero con cubrir la escuela está bien. Yo puedo mantener a mi hija.

- Lo sé, lo has hecho increíble. Pero es mi turno ahora.
Colocó su mano sobre la de Mon, la mejor la quito inmediatamente y acomodó su propio pelo con nerviosismo.

Sam quería decir más, asegurarle a partir de ahora nada les faltaría ni a ella ni a su hija. Pero no quería incomodar a su ex esposa.

Continuaron cenando en silencio, eventualmente sus miradas se cruzaban, pero ninguna sabía cómo comenzar el tema de nuevo.
A Mon se le cayó un bocado hacia el plato y Sam rio, intentó contenerse pero no lo consiguió, este sencillo acto contagió la risa en la menor.

Entre risas, Sam tomó una servilleta y se acercó para limpiar el mentón de Mon. De pronto sus sonrisas se borraron de sus rostros y en cambio el nerviosismo invadió a ambas. Sus ojos se enfocaron en los de la otra.

- Khun Saaaaaam.
Una voz interrumpió el momento. Los ojos de Sam se abrieron.

- Ops, de nuevo estoy interrumpiendo.
Nita entró en la casa de Sam.

- ¿Qué haces aquí?
Le preguntó incómoda Sam.

- Te traje estos contratos. Hay que firmarlos hoy.
Señaló los folders que sostenía en su mano, mientras miraba con una sonrisa a Mon.

- Ok, los firmaré.
Sam se paró de la mesa para recibir los documentos.

- Creo que será mejor que me vaya.
Dijo Mon intentando ocultar su molestia.

- No, ya es muy tarde, por favor, puedes quedarte aquí.
Sam se acercó a ella para pedirle que se quedara.

- No te preocupes, llamaré un taxi.
Mon evadió por completo a Sam. Nita miraba la escena aún sosteniendo los folders.

- Aún no terminamos de hablar. Por favor.
Sam tomó con delicadeza el brazo de Mon.

- Mañana vengo para recoger a Sumi ¿ok? Las dejo trabajar, buenas noches.

- Buenas noches Mon, descansa.
Le dijo Nita mientras la miraba salir por la puerta.

- Eres la personas más inoportuna ¿Sabes?
Le dijo Sam con fastidio a Nita.

- ¿Estás reconquistando a tu amorcito?
Preguntó burlona su ahora socia.

- Es mucho más que eso Nita.
Le respondió con fastidio.

- Bueno, ya hay vino servido, comienza a contarme.
Con desfachatez se sirvió el vino que estaba sobre la mesa, y se sentó en el lugar en el que antes estaba Mon.

- Te contaré, pero tienes que prometerme que dejarás de venir así a mi casa, olvidé por completo que tienes llaves.

- Ok, acepto. Ahora cuéntame.

- Espera un momento. Ahora vuelvo.
Sam se dirigió a la ahora habitación de Sumi para revisar que aún estuviera dormida. En cuanto la vio en la cama durmiendo, su corazón se lleno de amor ¿Cómo podía amar tanto a alguien apenas con unas semanas de entrar en su vida? Con una gran sonrisa, cobijó a su hija con una frasada y beso su frente antes de salir de la habitación.

Algo en comúnWhere stories live. Discover now