120 días

Día 56

— Oh le juro que Indrit está muy bien y viva

La madre de Indrit hizo un sonido de alivio

— Gracias por aceptar venir a verme Amber — La mujer tomó sus manos — Es que cuando las chicas me dijeron que ya no vivía con ellas... No sabes cuánto me preocupé

— Lo entiendo, no es la primera vez que ella se le pierde, le insistiré que la llame más seguido

— Gracias, como su madre me preocupa mucho

— Es lindo que ella tenga a alguien que la ame — Sonrió — Descuide, ella ahora vive con su novio así que a estado distraída, pero la golpearé hasta que la llame

— ¡Eres una bendición!

•••

— ¿Diga?

Descolgó el teléfono

— Indrit, por fin contestas, sabía que eras dormilona pero..

Se quedó desconcertada al escuchar la voz

— ¿Amber?

— La misma, ¿Me extrañaste?

— ¿Porqué llamas?

Oyó que bufaba

— Para darte los buenos días y decirte que te quiero mucho... ¿Para que crees?

Puso los ojos en blanco

— Ilustrame

— Tu madre a intentado comunicarse contigo desde antes de tu cumpleaños — Mierda se le había olvidado otra vez — Estaba tan preocupada que me llamó y tuve que desayunar con ella

— ¿Es enserio?

— Me debes una Indrit — Sabía que hablaba enserio — Se siente muy herida de que no le hables... Eres una mierda

— Eso se oye bien de la que tenía años sin ver a sus padres

— Samantha y Carlos no cuentan porque no lo son realmente. En fin, me dejó un álbum de fotos que hizo para tu cumpleaños

— ¿Que hizo qué?

— Te ves linda vestida de poni — ¡Mamá! — Me dijo que eras la parte de atrás así que joder que piernas..

— ¡Amber! — Ella rió — ¡Deja de revisar mis fotos cabrona!

— Oh pero si te llamo para dártelo

— ¿Donde estás?

— En el merendero "rica casa" — Era el merendero favorito de Amber — Pero tómate tu tiempo, voy por las de la preparatoria

— Serás idiota...

...

Abrió la puerta del merendero

Encontró a Amber enseguida, estaba mejor que la última vez, había subido algo de peso. Ella estaba tomando la limonada mientras veía con absoluta concentración el dichoso álbum

— ¿Por dónde vas?

Amber sonrió maligna

— Antes de que te fueras a la universidad — Tomó otro sorbito de su limonada — No has cambiado demasiado

— Pues tu tampoco

Se sentó junto a ella

Pudo ver qué Amber entrecerraba los ojos a través de las gafas

— ¿Carlos?

Asintió

— Como castigo a Alia y a mi nos hizo ver especiales de nosotras de bebés. Aunque incluyó varias fotos tuyas