120 días

Día 26

Seguía viendo la pantalla de su celular a través del cristal oscuro de sus gafas mientras esperaba que fuera la hora de comenzar como tal el día

Se tensó al oír a Braian levantarse de la cama de su habitación, se puso de pie y tomó todo, lista para salir

— ¿Ya te vas? — Dijo él antes de que pudiera cruzar la puerta — Te has arreglado mucho para ir con tu jefe

Claro que Braian lo dijo refiriéndose a Cris

— No jodas más por favor

Dijo desde la entrada

— ¿Enserio es solo un trabajo para tí?

— ¿Y que más sería sino?

— Parece que te cayó bien

— No tengo buen juicio con las personas — Dijo tranquila y decidió caminar hacia la cocina para tomar un vaso a de agua — Eres la prueba de ello

Braian la miró un momento, como si la analizara, ella se limitaba a alejarse cada vez que daba un paso en su dirección

— ¿Enserio es solo un trabajo?

— ¿Que es lo que te preocupa?

Braian no le respondió, seguía en total silencio, la verdad no entendía la insistencia con Cris, las ganas de matarlo se le notaban pero ¿Porque?

— ¿Lo conoces de antes?

Dijo y Braian se tensó

— No lo conozco y una mierda

— ¿Y cuál es el problema?

— El problema... El problema es que pareces ser muy amable con él

Frunció el seño

— Ni cuando fuimos pareja estuviste tan paranoico — Lo miró — Es solo un trabajo, no me interesa en lo más mínimo y cuando me den otro lo olvidaré antes de la semana

Braian asintió y ella decidió que ya era hora de irse, solo porque estaba calmado no significaba que el golpe no saldría de algún lado

— Bueno me voy

Tomó de nuevo sus cosas y salió antes de que él pudiera siquiera responderle

•••

— ¿Estás aquí?

Cris pareció sumamente aliviado cuando entró en la oficina y la vió en su lugar

— Claro — Se levantó — ¿Porqué no lo estaría?

Él no dijo nada hasta confirmar que estaba bien

— Es que me dí cuenta de que fue una estupidez dejarte ir con ese tipo — Tomó aire — ¿Y si te dejaba inconsciente y te hacía algo? ¿Y si te mataba? Debí insistir a qué fueras a casa conmigo

Amber sonrió

— Estoy bien, le dí una bofetada

El rostro de Cris se iluminó

— ¿Enserio? — Sonrió — ¿Le dolió?

— Sí... — Puso una mueca — Aunque no sé si sea suficiente para que me deje en paz

— ¡Pero es un inicio! ¡Es maravilloso! Espera — La tomó de ambas mejillas — ¿Acaso te golpeó tan fuerte que te viste obligada a responder?

Negó mientras quitaba las manos de Cris de su cara

— No, más bien fue por algo que dijo

— ¿Qué fue?

Ella le entrecerró los ojos