Día 53

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Comenzaremos con una narración en primera persona, más adelante se explicará porque

Yo... Volví a tener un sueño...

Esta vez estaba en una especie de pasillo, uno con muchas puertas. Oí gritos, decidí ver que era lo que pasaba...

Había un hombre, parecía ebrio y golpeaba a un niño que no dejaba de llorar, el niño sangraba pero eso no parecía hacer que se detuviera, lo seguía golpeando. Siguió así por cinco minutos y lo llamó de demasiadas formas pero no entendí ninguna, porque parecía que las decía en otro idioma

Cuando el hombre por fin se fue me incliné hacia el niño

— ¿Estás bien?

Él volteó hacia mí, quería tocarlo pero se alejó, caminó como pudo hacia una ventana y comenzó a cantar en el mismo idioma que hablaba el hombre

Era un canción de cuna, no entendí porque lo hacía hasta que me acerqué, se veía otra habitación con una niña en el centro sentada en el suelo y con la piernas contra el pecho, tenía los ojos cerrados y cantaba con él la misma canción pero en inglés

La niña debía estar asustada pero no lloraba en absoluto, solo seguía concentrada en la melodía 

Los dos abrieron los ojos al mismo tiempo, el niño tenía los ojos color azabache y la niña los tenía amarillos

Sonrieron una vez que terminaron la canción

...

Despertó frunciendo el seño, esos sueños comenzaban a asustarla

— Señorita Indrit — Entró Andrea — Ya despertó, buenos días

— Hola Andrea... — Se levantó — Uff tuve un sueño muy raro

— ¿A si? — Puso la bandeja en la cama — ¿Y que soñó?

— Soñé que... — Veía a Amber y a Cris de niños — Nada, deben ser cosas mías

La mujer asintió

— Debe arreglarse para su clase con Cristopher

— Claro

•••

Ella despertó con dolor de cabeza, había dormido en su apartamento, estaba segura de tener una memoria entre ese sueño pero apenas la recordaba...

Vió en celular, un mensaje de Charlie, Lia diciendo que alguien se metió a su casa... El pasado de Cris que la hizo sonreír con el poema de buenos días, ah, y un número desconocido que decía que se alejara de Cris

Terminó de vestirse y caminó hacia la sala, vió el retrato de Indrit en la pared junto al de la mujer cantando, pensaba en qué debería anotar la memoria para hacer una pintura más tarde

Su teléfono vibró

— ¿Sí? 

— ¿Amber?

Puso los ojos en blanco pero sonrió

— ¿Y ahora que Cris?

— ¿Te apetece ir a comer?

Miró el reloj de microondas

— Son las nueve de la mañana

— ¿Ya desayunaste?

— No

— Voy por ti en media hora

Idiota

Oye, no suena un mal plan

120 días Donde viven las historias. Descúbrelo ahora