22. Silencio

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Liv le miraba fijamente esperando una respuesta mientras que Sanghyuk se había quedado sin palabras, habría jurado que ella estaba dormida y por un instante se arrepintió de haber hablado tan descuidadamente, pero después pensó que tal vez decirlo era lo mejor en ese momento, en lugar de negarlo o intentar desviar la conversación.

— Yo... dije que me gustas. - respondió en un susurro.

Ella esbozó una sonrisa y estiró su brazo hasta que pudo tocar su cabello con los dedos.

— Eso es lindo. - sonrió mientras le acariciaba el cabello como si se tratase de un peluche.

— Liv... - tomó su mano. - No quiero que esto sea algo que te haga sentir incómoda conmigo.

— Nada cambiará. - le aseguró con una sonrisa y volvió a cerrar los ojos mientras él aún sujetaba su mano.

— ¿Estás dormida? - se acercó un poco más para ver si volvía a abrir los ojos, pero sólo la escuchó suspirar y supo que esta vez sí se encontraba durmiendo.

✩✩✩

Liv dio un par de vueltas en la cama antes de abrir los ojos por completo, estaba entre las sábanas y las almohadas, pero lo primero que vio fue el techo, después la mesa de noche y fue en ese momento cuando se sentó de golpe y apartó las sábanas que la rodeaban.

— ¿Qué rayos? - inspeccionó la habitación con la vista y se detuvo en el sofá en donde vio a Sanghyuk durmiendo.

Bajó de la cama y se llevó ambas manos a la cabeza a causa del dolor que se hizo presente en ese momento, cerró los ojos un momento y terminó tropezando con la alfombra, el ruido de su caída hizo que Sanghyuk despertara.

— ¿Liv? - se puso de pie al verla y se acercó para ayudarla a levantarse. - ¿Estás bien?

— Sí. - respondió ella sacudiendo su falda con ambas manos. - Pero... ¿Qué hago aquí?

— Aquí dormiste.

— Sí, eso es obvio, pero ¿Por qué?

— Ah eso, anoche te equivocaste de habitación y entraste aquí, iba a llevarte a la tuya, pero hubo una situación en el pasillo y no podía dejar que te vieran ebria, cuando volví ya estabas durmiendo... ahí. - señaló la cama.

Las mejillas de Liv tomaron un tono carmesí al escuchar la explicación y quiso correr a ocultarse por la vergüenza que sintió.

— Perdón por eso. Entonces ¿solo te dormiste en el sofá y me dejaste ocupar tu cama?

Sanghyuk asintió.

— No puede ser. - se cubrió el rostro y se dio media vuelta para tomar sus zapatos. - ¡Ya me voy! - corrió hacia la puerta.

— Liv, espera un momento... - la siguió.

Ambos se detuvieron en seco al salir al pasillo cuando se encontraron con Minhyung que iba saliendo de su habitación.

— ¿Qué hacen ustedes dos juntos a esta hora?

Hubo silencio mientras Minhyung los miraba de pies a cabeza tratando de no reírse.

— ¿Tú por qué estás despierto a esta hora? - preguntó Sanghyuk.

— Voy al gimnasio.

— Ah... claro.

— Oigan, al menos podrían ser más discretos por la mañana.

— ¡No pasó nada de lo que te estás imaginando! - exclamó Liv antes de entrar corriendo a su habitación y cerrar la puerta.

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