AD Carry

12. Tiempo juntos

La habitación estaba casi oscura a pesar de que eran más de las 10:00 am, June se despertó al escuchar agua caer, el baño estaba dentro de su habitación así que el ruido de la ducha no pasaba desapercibido aun con la puerta cerrada.

Se sentó en la cama un poco desconcertada ya que recordaba haberse quedado dormida en el sofá. En ese momento Tian Ye regresó a la habitación.

— Lo siento ¿Te desperté?

— No hay problema. – respondió ella y enseguida revisó la hora en su teléfono. – ¿Pensabas irte sin avisarme?

— No, te iba a despertar para preguntarte qué quieres desayunar.

— Oh... ¿Significa que vas a cocinar?

— Bueno... – rascó su nuca. – pensaba pedirlo, cocinar no es una habilidad que tenga.

June comenzó a reír.

— Perdón, por un momento me sentí como en una de esas películas románticas.

— Puedo intentarlo.

— No me arriesgaré a que incendies mi cocina. – se puso de pie y se envolvió con la sabana. – Pide algo mientras me doy una ducha, lo que tú quieras ¿De acuerdo?

— Bien, haré eso.

Dejó a June sola en la habitación y se dirigió a la sala en donde lo primero que vio fueron las dos tazas de café sobre la mesa y las cortinas abiertas, para ese momento el sol ya había salido.

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Liv despertó al escuchar el tono de notificación de su teléfono, lo buscó con su mano entre las almohadas y cuando lo encontró revisó de qué se trataba; era un correo electrónico, pero el remitente fue lo que la hizo prestar atención al contenido. Una vez que leyó todo, no se le ocurrió nada mejor que llamar a Nya.

— Hola Liv, dime. – respondió su amiga.

— Necesito tu opinión respecto a algo...

— De acuerdo ¿De qué se trata?

Liv reenvió el correo a su amiga y esperó un momento en la línea por su respuesta.

— Si yo fuera tú, aceptaría. – afirmó Nya.

El correo era de parte de una reportera que tenía un canal en televisión y quería hacerle una entrevista a Liv sobre su experiencia durante el año que llevaba en la industria.

— ¿Entonces acepto?

— Ya has dado entrevistas...

— Es que ésta es en televisión.

Nya se rio por las palabras de su amiga.

— ¿Es en serio, Livnath? – volvió a reír. – ¿Me estás diciendo que te asusta más una entrevista en televisión que una que se publica en internet?

— Seguro también estará en internet.

— Entonces piensa que es como el resto, a estas alturas ya no deberías preocuparte por lo que los demás opinen de ti, sus palabras no pagarán tu sueldo.

Hubo un breve silencio, en medio del cual Liv pensó que su amiga tenía razón.

— Liv, a veces no es bueno pensar demasiado las cosas. – añadió.

— Bien, haré la entrevista.

— ¡Perfecto! ¿Necesitas que me encargue de algo?

— Me gustaría que vayas conmigo ¿Puedes?