—No lo es.

Confundido, miré la foto por última vez antes de volver a fijarme en ella.

—Sí lo es, siempre estás guapa —concreté, antes de continuar navegando por Instagram unos pocos minutos más y sin nada interesante que visualizar además de memes y mierdas así. Pero percibí algo de incomodidad al percatarme de que, a pesar de que Megu se encontraba precisamente a mi lado y ambos recostados sobre su cama, ella no decía ni una palabra. Tampoco tenía en manos su celular, sólo yacía estática, dejando que el momento traspasara. Había estado comportándose así de silenciosa e incluso distante durante toda la trayectoria del día, o más bien, cada momento en el que hoy habíamos permanecido juntos hasta ahora. Así que apagué mi teléfono y la miré por el rabillo del ojo, dispuesto a preguntar—. Meg, ¿te ocurre algo?

—No, ¿por qué lo dices?

—Te noto rara.

—¿Enserio?

—Sí.

—Qué atento —masculló.

Arrugué la frente ante su indirecta confirmación.

—¿Hice algo? —cuestioné, y ella suspiró para voltearse un poco más en mi dirección.

—No.

—¿Entonces qué pasa?

—No quiero decirte.

—¿Por qué?

—Porque significaría darle vueltas a algo estúpido por nada.

—Tsss, pues no sé tú, pero si esa es la razón por la que estás así, prefiero hablarlo, ¿eh? —ahora la miré directamente para tomar más atención en caso de que decidiera comentármelo. Ella tenía su mirada un poco esparcida y desviada, pero pronto y sin ninguna clase de gesto, contestó.

—¿Te vas a burlar si te lo digo?

—Dependiendo de la gravedad de tu asunto —comencé a decir en tono de broma, pero me detuve al oír otro suspiro de Megu. Sonreí ante su apática postura, haciendo que mis manos jugasen con mi teléfono dándole giros y pequeñas volteretas—. Vale, vale, no me burlaré.

—¿Quién era esa chica? —soltó por una vez sin titubear.

—¿Cuál chica?

—La de hoy.

—¿Quién?

—Bueno, sabes a quién me refiero.

—... ¿Quién? —volví a preguntar, pero Megu sólo arqueó sus cejas con poca satisfacción, incitándome a hablar— Meg, el mundo está plagado de mujeres, y hombres también.

—¿Ves por qué no quería entrar en tema?

—Pero si te estoy preguntando de qué chica hablas. Veo chicas en mi clase, en los recesos, y tú me preguntas "¿quién era esa chica?". Hasta podrías estar hablando de ti misma, o de mi madre, o de la señora de la tienda de la esquina.

—Que juguetón y bromista que andas hoy —pronunció, esta vez ya con mala cara—. Desde que llegaste a la cafetería hoy por la mañana que estás así.

—Uf, ¿te parece?

—Sí... luego de ver a esa chica de la que taaan poco te acuerdas —recalcó esa frase de manera tan voluntaria que, frunciendo el ceño, por fin pude entender de qué iban sus comentarios.

—¿Te refieres a Sakura?

—¿Se llama así?

—¿La chica de cabello rosa?

Armony  ⌊ SasuSaku ⌉Where stories live. Discover now