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21 de septiembre de 2019

Un año había pasado y las cosas entre Matt y ella eran algo complicadas. Diane se encontraba en un dilema muy complicado para su entender. Nunca en su vida había sentido su barriga como si le hicieran cosquillas pero sin que la tocaran. Eso la había preocupado y acudió a Matt para que le dijese si estaba enferma. Pero eso empeoró cuando él estuvo cerca de ella averiguando lo pedido, así que le dijo que no importaba y se fue corriendo a su apartamento.

Así lleva ignorándolo por más de dos meses. Ella era terca hasta con las cosas que no entendía. Pero es que ella tenía miedo. Por una vez en su vida no sabía lo que iba a pasar, todo esto la estaba sobrepasando a un alto nivel. Hasta buscó en Internet lo que le pasaba y quedó más traumada aún. 

Amor.

Eso es lo que le había salido. Bueno, más bien otra cosa, pero resumiendo era eso exactamente. Ella no quería eso, nunca en su vida lo había sentido y ahora no era el mejor momento para hacerlo. No cuando el resto del mundo estaba sufriendo. Ella no iba a salir bien, le parecía injusto que ella disfrutara mientras que los otros no. 

Ella no era egoísta. Era una testaruda.

Matt la llamaba al móvil preocupado por ella. Además, echaba de menos su compañía. Él sabía que estaba ignorando sus llamadas a propósito, y quería saber por qué. ¿Había hecho algo mal?

Diane, por su parte, miraba la pantalla del móvil iluminada con el nombre de Murdock protagonizando esta. Suspiró y lo apagó guardándolo en el bolsillo. Se miró al espejo para observar su reflejo. Estaba vestida para ir a una misión, hasta llevaba su pañuelo para no ser reconocida. Quería dejar de pensar por un tiempo y esta era la única forma que se le ocurría. 

Sin mirar atrás, salió por la puerta rumbo a una sorpresa que nadie se esperaba.

[...]

Desde un tejado observaba todo, era un mecánico que aparentaba ser común y corriente, pero al haberse estado informando de los movimientos de la mafia de Kingpin la llevó a una de sus localizaciones. Debía admitir que ese tipo era demasiado inteligente con dónde trabajaba, pero no con el vestuario. ¿En serio? ¿Todos llevan chándal? Súper trabajado, todos pasan desapercibidos. En fin, a lo que iba. Tal parecía que estaban en una reunión, porque cada cierto tiempo entraban 3 personas. Mejor acercarse a ver si podía escuchar algo. 

Bajó a la calle colocándose bien su capucha para pasar más desapercibida. Lo bueno es que su traje podía pasar, a esta luz de la luna, como un chándal más de esta convención, o lo que diablos sea. Entró tras un grupo y se colocó en la esquina oculta por unas estanterías de herramientas. Sí que era una reunión grande. Lo que sea que se fuera a decir aquí debía ser importante, sino ¿para qué querría esto Kingpin? 

Por el rabillo del ojo juró ver una figura que tampoco encajaba aquí, pero fue tan rápida que solo pudo darle un vistazo. Lamentablemente solo captó el brillo de algún arma. Como sea Matt deberá preguntarle sobre sus dotes de localización a pesar de ser una persona ciega. Justo cuando la reunión iba a comenzar esa misma figura clavó lo que parecía ser una katana en el cuello de dos tipos a la par. Esto la alertó de que no iba a acabar bien la casa. Sacó su pistola para dispararle a esa figura. Tal vez así podría ganarse algo de tiempo y destapar lo que iban a decir en esta endemoniada reunión. 

Mientras una pelea se desarrollaba tras la chica, esta buscaba el maletín donde traían los papeles importantes. Maldijo en voz baja al verlos encadenados en la mano de uno de los chandaleros. Este llevaba una trenza larga y aspecto nativo de América. Junto a él estaban dos tipejos que tenían pinta de almacenar en su interior 4 hamburguesas extra de queso, pero con una mala cara de la hostia. Rodó los ojos mentalizándose que si alguna vez se cruzaba y tenía la oportunidad de hablar con el calvo jefe le recomendaría no contratar a gente en baja forma, aunque aporten ese sentimiento de intimidación. Luego a la hora de luchar eran dos simples boyas en su camino. Fáciles de eludir. Como estaba haciendo ahora mismito. Bastaron un par de puñetazos en la cabeza y puntos exactos del abdomen y espalda para dejar los retorciéndose de dolor en el suelo. Sonrió de lado mirando su obra y se giró a por su objetivo. Resultando que se había escapado. 

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⏰ Última actualización: Mar 29 ⏰

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ᴀɢᴇɴᴛᴇ 007 || los VengadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora