Guerra de poder - Jenlisa

Capitulo 1

NARRADOR 

Una de las cosas que menos le gustan a Lisa son las reuniones. Es capaz de entender que es una parte importante de su trabajo pero aún así las odia. 

Le gustaría delegar pero no es posible. No puede ausentarse o dejar que otra persona tome las decisiones de su empresa y el futuro de sus artistas. 

– ¿Eso es lo que propones? – El empleado de marketing asiente lentamente con la cabeza y reza mentalmente para que a su jefa le guste su idea. 

– Lo odio – Alice que está sentada a la derecha de Lisa, le hace señas al chico para que reaccione – Pensaré en algo mejor, en unas horas tendrás las nuevas ideas para el nuevo grupo de chicas – 

– No sois capaces de entender lo importante que es esto para mí. Lloud lleva cuatro años activa. Es el primer grupo de la empresa, nos hemos tomado el tiempo de buscar buenos trainers. Ya están casi preparadas pero necesitamos un gran concepto, eso es basura. Quiero una propuesta mejor para las 16:00 pm. Si no la tienes para entonces, pasa por recursos humanos– 

Lisa se levanta de la mesa, no se molesta en decirle adiós a nadie y no necesita mirar atrás para saber qué Alice la sigue de cerca. 

– Ya se lo has comunicado – Ella sabe bien a qué se refiere Alice. – Aún no – 

– Cuanto más lo retrases peor será. Sabes cómo es ella, deberías decirle algo, por si ella quiere adelantar sus planes o podéis organizaros entre las dos – Lisa detiene sus pasos, logrando que Alice choque contra su espalda. 

– No tengo que darle explicaciones. ¿Por qué tendría que organizarme con ella? – La manager resopla e intenta calmarse antes de contestar a su jefa. 

– Quizás por cortesía, sabes lo que es eso. Desde el último año lleváis en esa clase de guerra fría entre ustedes, que afecta a todo el mundo por si no te habías dado cuenta. Seguís formando parte del grupo femenino más grande del mundo. Tienes 31 años, la conoces desde hace más de 17 años. Deja de ser inmadura, si se entera vendrá hecha una furia y rompiendo todo –

Lisa en el fondo sabe que Alice tiene razón. Pero lo que Alice no sabe es que es eso mismo lo que ella quiere. Está deseando que su unnie venga a declararle la guerra. 

Conoce lo suficiente a Jennie para saber que no se va a tomar bien que ella quiera debutar un grupo femenino a la par que el suyo. Ambas saben cómo es el público, harán comparaciones, habrá competencia, estarán a la espera de que uno opaque al otro y juzgarán a los dos grupos de manera más dura. Pero ella está dispuesta a eso y más. 

– Aquí la estaré esperando – Alice pone los ojos en blanco y niega con la cabeza – No pienso consolarte cuando te rompa en pedazos – 

Lisa entra en su despacho, se sienta y gira su silla para poder admirar las vistas de la ciudad. Aunque se centra en un edificio no tan lejos, que se puede ver perfectamente. 



Alison apunta en el iPad, otro objeto que tendrá que reemplazar del despacho de su jefa. Desde hace treinta minutos no hay quien la calme. 

– ¿Cómo ha podido hacerme esto? – Jennie lanza otro objeto contra la pared de cristal. Su empleada se aplaude mentalmente por tomar la decisión de que los cristales fueran a prueba de todo. 

– De todas las personas que podían apuñalarme por la espalda, nunca imaginé que Lisa sería una de ellas. – Alison iba a añadir algo pero prefirió no hacerlo. 

Jennie la observa con los ojos entrecerrados – No te quedes callada, que ibas a decir – Alison traga grueso e intenta recuperar la voz, que ha perdido al recibir la mirada asesina de Jennie.