48-Matteo

7 1 4
                                    

Jueves 21 de diciembre

2:32

No puedo más.

Ya es la décima vez que me corto en una hora, además están volviendo mis pensamientos suicidas, además de navidad y pretender estar bien en frente de todos. Estoy a punto de colapsar. Tanto que llamo a Andrew.

Yo, que las llamadas me dan pánico, estoy llamando a mi novio mientras lloro.

—¿Hola?—Suena su voz por el celular.

—¿Creés que todo el mundo estaría mejor si yo no existiese?—Exclamo, sin decir ni hola.

—No. —Suena muy seguro...

—La vida de los demás sería mucho mejor si no existiese.

—La mía no...—Se escucha que su voz se quiebra.

—Perdón. No tuve que haber llamado, soy re molesto. Perdón.

—No, no, no, no, no, me encanta que tengas la confianza para llamarme estando así.

—¿En serio?

—Aja. ¿Que pasó entonces?

—Es que... con todo lo que está pasando... no puedo... es demasiado.

—Eu, yo sé que vos podés lidiar con esto y mucho más, sos muy fuerte.

—No, no lo soy.

—Sí lo sos. ¿Y a qué te referís con "todo lo que está pasando"?

—Todo... estoy recayendo, tengo ideas suicidas, me estoy cortando mucho más, comiendo mucho menos y haciendo más ejercicio de lo habitual, y no sé, siento que estoy a punto de explotar.

—Es normal que te sientas así, te están pasando muchas cosas al mismo tiempo...—hace una pausa— pero yo sé que podés salir de esto, y yo voy a estar ahí ayudándote cuando me necesites.

—No...

—Sí, y si ahora no podés no significa que nunca más vayas a poder.

—Es que no... todo sería más fácil si estuviera muerto.

Escucho lo que parecen ser sollozos de Andrew. Me siento terrible.

—No digas eso... el suicidio no es una solución.

—Para mí es la única opción que me queda.

—Tampoco es una opción.

—Bueno, es lo único que va a hacer que termine todo. Además mi muerte alegraría a un montón de personas.

—No... mirá, hay muchísima gente que te quiere y no va a festejar que te mueras.

—¿Cómo quiénes?

—Tus papás...

—Ellos no me quieren, ellos quieren la imagen que doy.

—Bueno, Marcos, yo...

—Marcos apenas me conoce...

—¡Bueno, yo sí te quiero! Y no sé que voy a hacer sin vos.

—...—No sé qué decir.

—Y a mí sí me importás vos y tus problemas, y no me molesta que me hables de ellos, ¿Ok?

—Te quiero.—No puedo responder con nada más, nadie me había dicho nada así.

—Yo más.

Más allá de las sombrasWhere stories live. Discover now