29-Matteo

4 0 4
                                    

30 de noviembre

Devuelta es hora de cenar.

Y devuelta no quiero comer.

Y devuelta necesito cortarme.

Y devuelta paso la noche llorando en el baño.

Sin decirle a absolutamente nadie qué me pasa.

Pensando que yo puedo solo.

Cuando en lo más profundo sé que no.

Pero esta vez hay algo que no se repite.

-Necesito hablar con alguien

Le envío un mensaje a Andrew y responde más rápido de lo que esperé.

-Estoy para escucharte

-No es para tanto, es solo otra noche más, pero estoy cansado de todo

-¿Una noche más?

-Sep. Me pasa esto casi siempre

-Si te pasa me podés contar

-Voy a molestar

-Te prometo que no

-Solo necesito un abrazo

-Yendo

-jajaja

No contesta.

-No estás viniendo de verdad, no?

-Andrew?

Tengo un cúter cerca.

Pero... hace casi tres días no me corto.

Yo quería mejorar...

Quiero mejorar.

Pero no puedo.

No puedo.

No puedo mejorar.

Nunca voy a poder salir de esto.

Ni solo ni con un psicólogo ni con un montón de gente que me entienda y me consuele.

No puedo.

Agarro el cúter.

Y suena el timbre.

Es Andrew.

Apenas abro la puerta me abraza con todas sus fuerzas.

-Hola.- Digo.

-Hola.

-Me salvaste.

-¿De?- Señalo el cúter.- Ay dios.- Me abraza más fuerte que antes y le digo:

-Está bien, estoy acostumbrado.

-No deberías.

-Lo sé.

Más allá de las sombrasWhere stories live. Discover now