Más allá de las sombras

2- Andrew Díaz

Hoy no es uno de los mejores días de mi vida, probablemente sea el peor.

Estuve desde antes de almorzar en la casa de mi abuela, sé que no suena bien si lo digo así, pero mi abuela básicamente se quedo en el mil ochocientos.

Siempre dice que mi mamá consiga otro esposo para que trabaje y la mantenga, y para colmo está todo el tiempo recordándome que soy gay y que Dios me va a castigar y que nunca voy a poder ir al cielo.

Estuvo por lo menos dos horas hablando de lo mucho que quiere mandarme a un reformatorio para hacerme "un hombre de verdad" y diciendo que me va a faltar una mujer que cocine en la casa.

Ojo, porque cuando le habla a mi hermana parece la mejor abuela del mundo solo porque es hetero, cada que compra regalos a mí no me trae nada, hay días que no me habla, igual, cuando me habla es para decirme cosas como "ay, es una etapa, seguro se te pasa" "ay esta sociedad de ahora que no entiende que los hombres van con las mujeres", hay veces que es mejor que no me hable.

La verdad no me afectan demasiado esos comentarios, porque sé que son una pelotudez, pero hay veces que se zarpa, como cuando dijo que no iba a llegar a nada en la vida y nadie me iba a querer, (según ella todos piensan igual), y cuando dijo que era una decepción para toda la familia, y aunque sé que me aman, (a excepción de mi abuela), me dolió bastante y llegué a pensar que lo era. ¿Y si lo soy? ¿y si en mi familia todos actúan como si me quisieran pero en realidad los decepciono? En realidad, los entiendo, entiendo por qué estarían decepcionados de mí, soy gay, no sé hacer nada bien, solo tengo tres amigos, porque los otros dos me usaron y me dejaron tirado, o sea que también soy fácil de usar.

Aveces creo todo lo que dice.