-Aaa que nervios, nunca me subí acá- digo, en serio nunca me subí y estoy mas nervioso que nunca.
-Síiii- dice Matteo, se nota que está muy entusiasmado y se me hace muy tierno.
Y sin darme cuenta estamos de la mano esperando a que terminen los que ya están subidos.
Veo como Matteo se pone todo rojo, y creo que yo también, pero nadie dice nada.
Al fin terminan.
-AAA QUE NERVIOS- dice Matteo, gritando, me aturde un poco, pero no pasa nada, yo también estoy re nervioso.
-SIIII- le contesto, también gritando.
Ya nos estamos subiendo. No hay vuelta atrás.
Ya empieza y..
-AAAAAAAAAAAAAA- Matteo se sobresaltó bastante.
Después de gritar como boludos, vamos a la caja y cargamos más crédito.
Fuimos a varios jueguitos y ganamos muchos tickets así que compramos un peluche de rana que está bastante lindo.
-Entonces, ¿quién se lo queda?- pregunto
-Yo creo que deberías quedártelo vos.
-¿Por?
-Por mostrarme la ciudad a la que acabo de llegar
Me ruborizo y acepto el peluche como si me estuviese proponiendo matrimonio, que vergüenza.
-Bueno, ¿ahora adónde vamos?- dice Matteo
-Mmmmmm- tengo que pensar en algo rápido- ya sé, por acá hay unas estatuas de lobos marinos, podemos ir ahí.
-Siii, ahora me encantan los lobos marinos-. es muy tierno, dios.
Nos subimos a mi bicicleta y amo estar tan cerca de él, pero también me pone muy nervioso y no sé que decir.
Al fin llegamos.
Vamos a la estatua donde menos gente hay y nos sacamos una foto juntos con el lobo marino de fondo.
-Ya se están haciendo las dos, ¿querés ir a comer?-digo, quiero pasar mas tiempo con él, aunque lo haya dicho como tres veces ya.
-Sí...- parece un poco preocupado.
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Más allá de las sombras
RomanceMatteo se muda de Italia a Argentina, pero no parece gustarle demasiado, hasta que conoce a Andrew. Andrew es un chico bastante creativo y sociable, lo que hace que Matteo se sienta muy bien a su al rededor, o quizá es por otra cosa. Advertencia, es...