45-Andrew

3 0 6
                                    

Sábado 16 de diciembre

10:05

No entiendo nada, ¿adónde estoy?

AUCH MI CABEZA.

NUNCA TUVE TANTA RESACA EN MI VIDA.

Largo un quejido bastante alto y veo que al lado mío está Matteo.

Para. Qué.

Qué hace Matteo acá.

¿No estábamos...? OH, OK. NINGUNO TIENE ROPA.

Supongo que sé lo que pasó, es bastante obvio.

Veo que Matteo abre los ojos y se sorprende igual que yo.

—Em...—digo.

—Dios perdón perdón perdón perdón perdón...

Lo beso.

Ya estoy actuando sin pensar y apenas empieza el día.

—¿Qué?— Dice Matteo.

—No sé. ¿Todavía crees que puede...

Ahora él me besa a mí.

—Sí.

El cerebro me da vueltas, la panza también, creo que voy a vomitar...

Me tapo la boca con la mano y Matteo me acerca rápido el balde.

Dios que vergüenza.

—¿Estás bien? Uh dios que pregunta boluda perdón.

—Na está bien, un poco mejor que antes.—Tomo un sorbo de agua.—¿Querés?

—Sip gracias.

—¿Te acordás algo de ayer?

—Muy poco, me acuerdo de la fiesta, después de que vinimos acá y... eso.

—Yo solo me acuerdo que nos besamos y nada más.

Veo como la cara de Matteo se torna a rojo vivo, lo entiendo, pero literalmente anoche tuvimos sexo y estamos desnudos en la misma cama.

—Me tendría que ir yendo...—Dice. No quiero que se vaya.

—Nooo quedate.—Le agarro el brazo.

—Si vos decís. Está tu familia, ¿no?

—Sep.

—Ok, mejor me cambio.

—Ok...—Me giro para otro lado como si no nos hubiésemos visto todo el cuerpo anoche.

—Uy dios mi remera tiene un olor a alcohol insoportable.

—¿Querés que te preste una mía?

—...Bueno, si no molesta.

—En el cajón de allá tenés un par, seguro te van.

—Gracias... ¿vos te vas a cambiar o...?

—Sí, pero después, me duele mucho la cabeza para levantarme.

—Sep te entiendo.

—Bueno, mejor me cambio ahora y listo.

—Ok.- Dice y se gira.

Me pongo un short de jean blanco y una remera rosa con frutillas.

—¿Te gusta?—Le digo.

—Mucho.

Me tiro a la cama y me quedo mirando el techo unos segundos.

—Perdón.—Digo.

—¿Eh? ¿Por?

—Por todo. No tuve que haber agarrado el cúter ni haberte dejado en visto.

—Noo, está bien, solo lo hiciste porque no querías que me cortase y te entiendo si estabas enojado y no me querías hablar.

—No era que no te quería hablar—Me siento con la espalda contra la pared—es que me sentía muy culpable y... bueno, no sabía que decir.

—Oh.

—...

—Perdón por haberte gritado y después ignorado...

—Está bien, tenías tus razones.

—¡Igual! No me daba el derecho a tratarte tan mal.

—¿Decís?

—Sip.

Dejo caer mi cabeza en su pecho y me abraza.

—Te quiero mucho.—Exclamo.

—Yo más.

—Mmmmm no sé.

—¿No me creés?

—No es que no te crea a vos, es que no creo que me quieras más de lo que te quiero.

—Empezá a creerlo.

Más allá de las sombrasTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang