16. (Parte tres)

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* * *

Sus ojos tardaron en adaptarse a la claridad, y un suspiro sonoro se le escapó al enfocar la cama en la que se encontraba.

Uno tras otro, los recuerdos de la noche anterior le invadieron la cabeza, y una pequeña sonrisa se asomó en sus labios. Una que se borró al darse cuenta de que cierto pelinegro no estaba a su lado.

¿Qué hora sería? ¿Habría dormido más de la cuenta?

Al incorporarse, la vergüenza ante su propia desnudez la hizo sonrojarse, y buscó inconscientemente cubrirse el torso con las manos.

Levi, quien estaba recargado sobre el marco de la puerta, elevó levemente las comisuras de la boca al verla en ese estado de pudor.

¿Quién diría que aquella chica tan imponente en su andar, resultaría ser así de tímida en la intimidad?

—Buenas tardes. —bromeó, provocando que ella pegara un respingo nervioso—

—Hola. —dijo, desviando la mirada y buscando la frazada para cubrirse los pechos—

Él ladeó la cabeza antes de cruzarse de brazos.

—Deberías ducharte.

La ojigris asintió rápidamente, sin siquiera mirarlo, tratando en vano de ocultar sus mejillas ardiendo en un rojo carmesí.

El ojiazul se apresuró entonces a dejar una bolsa de madera frente a ella, quien por primera vez le dirigió la mirada. Se veía confundida y expectante.

—Es para ti. No sería cómodo andar de vestido con este frío, así que compré algo casual. Ah y también traje un pequeño cepillo de dientes. —dijo, encogiendose de hombros—

—No debiste. En serio, no tenías porqué.

—Es ropa básica. Camiseta, sudadera, pantalones holgados, calcetines y unos converse. Espero que sean de tu agrado.

Mikasa resopló divertida al distinguir la ropa negra en su totalidad en la bolsa. Y elevando sus ojos nuevamente, arqueó las cejas. 

—¿Te hicieron descuento por llevar todas estas prendas negras? —cuestionó, risueña y menos nerviosa—

Él carraspeó al ver ese gesto.

—Bueno... no sé exactamente cual es tu estilo, si eres gótica, punk o emo, esas cosas de la moda no se me dan bien, así que como sueles vestir siempre de negro y colores oscuros opté por algo así. —explicó con dejes de simpleza y un leve nerviosismo—

—Gracias, fue muy considerado de tu parte. Luego me pasas la tarifa para poder pagarte lo que sea que hayas gastado en esto. —sonrió tanteando las prendas y observandolas de reojo—

Levi bufó disgustado.

—¿Pagarme? Deja de decir idioteces y ve a bañarte de una vez.

Ella dejó escapar una pequeña risa al verlo con el ceño tan arrugado.

—Pero...

—No te tardes, estoy preparando el desayuno, tenemos bastante de que hablar.

Con un asentimiento de cabeza corto ella se dio por entendida y procedió a encerrarse en el baño, siendo seguida por la mirada minuciosa de Levi, que recorría uno a uno los rincones de su cuerpo, disfrutando del violento sonrojo que provocaba en Mikasa con sólo posar sus ojos en ciertas partes.

La pelinegra se cubrió nuevamente al verlo sonreír triunfante, y sin más cerró la puerta del baño para recargarse y resoplar.

¿Disfrutaba de ponerla así? ¿Acaso lo hacía a propósito? Sus ojos navales eran filosos e intimidantes, sentía que cada vello se le erizaba cuando la miraba de esa manera... tan penetrante e intensa.

Complete Mess [Rivamika] Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon