Descubrí tu mentira

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HERMIONE P.V.O

Theo y yo estábamos en las afueras de Hogwarts paseando, yo tropezaba y caía torpemente en el césped. Theo se arrodillo para ver mi herida, sangraba de la rodilla, susurro un hechizo para curarme. Nos quedamos sentados tomados de la mano, mirábamos el lago.

-Por fin juntos –Murmurada Theo en mí sueño-

-Por fin –Murmuraba también, yo misma me acercaba hacia el para besarlo en los labios.

 Desperté sudando y escuchando los latidos de mi corazón que iban muy deprisa, había sido una horrible pesadilla. Me frote los ojos y di un pequeño bostezo. Mire hacia mi lado y vi a las chicas que seguían dormidas, baje de la cama poniéndome mis pantuflas y salí del cuarto con una bata puesta. Llegue a la cocina y me senté en una de los bancos y suspire aun cansada y atormentada por la pesadilla, me apoye en la barra y comencé a jugar con mi cabello, había mucho silencio.  Tengo miedo de que mi pesadilla se haga realidad, mucho miedo. Escuche unos pasos y volteé lentamente, era Ron.

-Buenos Días, Hermy –Me saludo-. ¿Gustas café?

-Bueno –Acepte.

Sentía que debía resolver las cosas con Ron, o tal vez el ya haya superado eso.

-Hermy –Dijo mientras calentaba el café-. Tengo que contarte algo. Veras, Sophie no sabe que somos magos.

-¡¿Qué?¡ -Exclame sorprendida-. Ron..¿Por qué no le dijiste? Imagina cuando se entere que somos magos.

-Shhh, no hace falta gritar –Dijo poniendo su dedo índice en sus labios-. Se lo diré hoy, y quería saber si me podrías ayudar en eso…también Harry me ayudara.

-¿Y en que se supone que ayudare? –Pregunte en voz baja.

-Trata que los demás no hagan magia, hasta que yo le confiese a Sophie todo –Me explico-. De ahí veremos qué pasa.

-¿Y dónde está ella ahora? –Volví a preguntar.

-Conduciendo el yate –Respondió-. Por favor Hermione, ella me gusta en verdad y no quiero perderla.

-De acuerdo Ron, lo hare por ti –Le sonreí afectuosamente.

-Gracias –Me sirvió el café en una taza y me la dio-. Cuidado que está caliente, puedes ponerte azúcar si quieres.

Agarre dos sobrecitos de azúcar y los puse en mi café revolviéndolos, estaba muy caliente. Ron también le ponía a su café azúcar. Quedamos un largo tiempo en silencio, quería hacerle plática pero no sabía de qué hablar o bueno si sabía pero la cosa era como empezar. Ron me miro mientras tomaba el café, también lo mire a los ojos y quite la taza de mi boca.

-Sé que no viene al caso pero quiero que sepas que durante nuestra relación siempre te amé –Dije tímidamente. Ron también quito la taza de su boca, me miro segundos sin decir nada, creo que lo que acaba de decir había incomodado más el momento.

-Y yo también –Lo soltó y se acercó hacia mí-. Y qué bueno que retomas ese tema porque yo quería disculparme por mis actos, sé que actué como un completo inmaduro, además estaba muy lastimado por tu parte.

-Discúlpame tú también por no tener paciencia y por  hacerte daño –Dije abrazándolo, él también me abrazo-. Eres mi mejor amigo, Ron…no quiero que por algo así perdamos nuestra gran amistad. Te quiero, te amo Ron.

-No perderemos nuestra amistad Hermy, nunca –Me dio un beso en la mejilla y siguió abrazándome-. También te quiero y te amo.

Nos separamos después de que Ron hablo y seguimos tomando el café y hablando de cosas al azar, después de diez minutos llegaron Harry, Theo y Zabini algo despeinados y con pijamas. Zabini se hecho al sofá y se quedó inmóvil, Harry se sentó alado de mí y Theo  se quedó parado  recargándose en la pared, bostezo tapándose la boca. Ron les ofrecio café y todos aceptaron, aunque no estaba muy convencida de lo que respondió Zabini porque aún seguía adormilado y respondió un muy gruñido. Acabe mi café y fui a lavar mi taza, agarre la de Ron para lavarla también, el me agradeció. Fui al cuarto para cambiarme de ropa ya que solo llevaba la bata.  Las chicas seguían dormidas, agarre ropa y me vestí en el baño. Me puse un vestido florado y unos zapatos rojos, me lave los dientes y me cepille el cabello hasta que quedara sin nudos.  Salí del baño y vi que Pansy estaba sentada en su cama mirando el techo, las dos nos miramos y ella me dio una pequeña sonrisa.

Con cualquiera menos tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora