6

13 5 18
                                    

Era más lenta que el profesor, incluso que Sero. Con determinación, Kaida se lanzó hacia adelante, sus puños cargados como tormentas latentes. El viento parecía danzar a su alrededor, como si la naturaleza misma estuviera conspirando a su favor. Sin embargo, las enredaderas del poder de Shiosaki no tardaron en envolverla, serpenteando alrededor de su cuerpo con una fuerza implacable. El aire parecía detenerse, cargado de tensión, mientras Kaida luchaba contra la presión que la aprisionaba.

Se elevó en el aire, Shiosaki planeaba estrellarla contra el cemento. Sus manos haciendo una plegaría y su cara de mustia le hicieron hervir las tripas, como si fuera a dejarse ganar así de fácil.

Se podía ver la mirada ensombrecida de la pelinegra en las pantallas, sus ojos estaban oscuros y sus mejillas rojas por la presión en su cuerpo, apretaba con ganas, las espinas se le encajaban en la piel y el aire pasaba con dificultad a su pecho. Sin embargo, aun estando a punto de ser golpeada contra el pavimento, sonrió. La cara de susto de chica de la clase B fue en serio satisfactoria. Las enredaderas verdes y llenas de vida comenzaban a secarse con gran velocidad. Extendiéndose con rapidez hasta llegar casi al cuero cabelludo de la muchacha.

- Sería una pena, que tus enredaderas se quedaran sin nitrógeno y sin oxígeno – murmuró Kaida con voz serena, mientras las espinas secas rasguñaban su piel en un último intento de retenerla. Como una pluma llevada por el viento, cayó desde lo alto con la delicadeza de un ángel descendiendo del cielo. Con gracia, sacudió las hojas resecas que se habían adherido a su camiseta blanca, manchada con gotas de sangre que testificaban la ferocidad del enfrentamiento. Inhaló profundamente varias veces, llenando sus pulmones de aire fresco, y se lanzó hacia su adversaria con renovado ímpetu.

Patada, retirarse, golpe al frente, rodar y patada.

Con una secuencia de movimientos fluidos y precisos, Kaida estaba dominando el combate. Una patada certera encontró su objetivo en el estómago de la peliverde, mientras esquivaba con gracia las débiles ramas que se interponían en su camino. Luego, con la agilidad de un felino, conectó una poderosa patada en la espalda ajena, haciendo retroceder a su oponente con fuerza.

Rodó por el suelo hasta quedar de frente, tomándola por los hombros con fuerza antes de asentarle un cabezazo en la nariz. Y finalmente un golpe limpio en el plexo solar, impulsado por una corriente de aire controlada con maestría. Esperaba no haberle roto las costillas.

El sonido de la campana resonó en el estadio, marcando el fin del enfrentamiento y dando por fuera de combate a la chica de las enredaderas. Con la resonancia del último golpe aún palpitando en el aire, la multitud estalló en un frenesí de emociones. Los espectadores se pusieron de pie gritando el nombre de Ishibashi con fervor, como si cada uno de ellos hubiera estado en la arena luchando junto a ella. El estruendo de los vítores y aplausos llenó el estadio, creando una atmósfera electrizante que envolvía a todos los presentes.

La profesora Midnight volteó hacia Kaida con una sonrisa llena de orgullo, tomando su mano y elevándola en señal de victoria. La medalla de oro ahora parecía más cercana que nunca, y Kaida saboreaba la dulce sensación de haber avanzado hacia los mejores ocho.

 La medalla de oro ahora parecía más cercana que nunca, y Kaida saboreaba la dulce sensación de haber avanzado hacia los mejores ocho

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Taste of Gale (Katsuki Bakugou)Where stories live. Discover now