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Mina, a pesar de tener solo un par de días de conocerse, sabía lo mucho que Ishibashi estaba conteniéndose de sonreír, sus mejillas estaban rosas y los ojos le brillaban como estrellas en el reflejo del espejo. Quizá un poco se esperaba que sus compañeros con familia en el rubro, fueran como ese tal Tenya Iida, con un traje idéntico a sus parientes, listo para formar parte a una colección de figuritas de acción.

Bellator era icónica por sus trajes claros y femeninos, con falditas cortas, capa y su increíble cabello siempre en su lugar; era como una preciosa idol de rasgos extranjeros que siempre ganaba con una sonrisa en el rostro. Sin embargo, su amiga parecía atraer a las peores calamidades, ni siquiera podía darle nombre¸ el traje negro con dibujitos extraños, esa máscara de gases y las plumas en su cabello azabache y largo, la hacían verse temible.

- Qué actitud – murmuró mientras caminaban a la salida - ¿Es lo que esperabas?

- Duré días pensando en cómo se vería, es casi, como un sueño – regresó con una sonrisa – tú pareces toda una muñequita de colección, como de porcelana – Mina sonrió por el cumplido. Normalmente, la palabra rara era lo primero que escuchaba

- ¿Verdad que sí? – Ishibashi rio hacia la chica de carita redonda y mejillas rosas – no pude evitar pensarlo en cuanto la vi - El corazón de Mina se estrujó. Kaida se colocó tras de ella y comenzó a empujar su espalda hacia la salida, con esa niña rana y la chica con carita de galleta guiando el camino–

- Robarás corazones, Mina. ¡Serás todo un éxito en tu debut! Las revistas van a pelearse por ti.

Quizá Mina, no fue la única robando corazones esa mañana. Ishibashi había sido la última en salir. Un par de segundos después de él. Los ojos rojos la miraron con una lenta indiscreción, de arriba abajo, sin perderse un solo detalle antes de volver al camino a seguir. Se veía endemoniadamente bien, con la licra negra pegada al torso y los pantalones medio militares, todo tan oscuro. Kaida aclaró su garganta y siguió el camino tras sus compañeras. Sí que la había visto. Sí que lo había visto.

Iremos dos pasos adelante.
Para esta clase, serán divididos en villanos y heroes, en una batalla 2 vs 2.

All Migth era tan enorme como suponía que lo fuera, tan imponente como se contaba e impresionante como las noticias mostraban; jamás había tenido la oportunidad de verlo, al menos no tan de cerca. Parecía uno más de los edificios de la arena de entrenamiento. Era formidable.

Sonrió un poco por el ejercicio y otro poco por la anticipación. Su madre se había molestado en darle algunas lecciones básicas después del examen de admisión, así podía decir con confianza, que estaba en un lugar cómodo para ella. Villanos, arma nuclear que rescatar y un edificio de varios pisos. Era pan comido.

- Yo soy Sero Hanta, espero hagamos un buen equipo – Kaida volteó a su derecha, a los ojos negros como la noche y sonrisa linda.

- Tú eres el chico cinta – ella sonrió – sí, hagamos un buen equipo.

Sero era una agradable compañía, era risueño, ligero como la espuma en la playa; la mayoría de sus compañeros eran bastante amigables, de risas fáciles y miradas curiosas; todos eran únicos a su modo, desde cabellos rojizos, verdes y bicolores, extremidades múltiples, colitas esponjosas o simplemente trasparentes. Ver a cada uno de ellos en la pantalla le hacía temblar de anticipación por ser ella quien peleara. Estaba ahí para luchar, para que la vieran ser fuerte.

Escucho al pelinegro tragar duro cuando llegó su momento de entrar a la arena.

- Tranquilízate, ganaremos esto –

Taste of Gale (Katsuki Bakugou)Where stories live. Discover now