(El Bebé Del Millonario Libro 1) Nuestro Bebé

Capítulo 13

~Emma Blake~

Estiro mis brazos luego de terminar de organizar la agenda de este mes justo a tiempo para ir a comer.

Ya pasó poco más del mes desde que me enteré de mi embarazo.
Las nauseas sigen pero sé que pasaran.

Por cierto, Sharon ya sabe de mi embarazo y debo decir que reaccionó mejor de lo que esperaba.

Quiso golpear a Erick por dejar que ella me dejara sola esa noche con aquel desconocido. Pero al menos no quiso hacer un incendio o algo así.

Erick solo entrecerró los ojos cuando mencioné al tipo de esa noche.
Quizás son solo alucinaciones mías pero puede que él sí sepa quien era él.
Después de todo, es abogado en una de las mejores firmas de la ciudad y conoce a personas importantes.

Sin embargo, no a dicho nada y lo agradezco.

- Emma- me estremezco al escuchar su voz.
- ¿Puedes venir a la oficina un momento?.

- Si, señor- respondo al girar.

Me acerco y me deja pasar. Escucho que cierra la puerta y luego rodea mi cintura con sus brazos y deja un beso en mi cuello.

- Ya no lo soporto. Te necesito, Emma- musita antes de girarme y besarme.

Este mes estuvo coqueteando conmigo pero traté de mantenerme firme y no caer por el bien de mi bebé.
Pero ahora no estoy segura de lograrlo.

Mi respiración se vuelve agitada mientras sus manos van desabrochando los botones de mi camisa.

Gimo cuando toca mi pezón con sus dedos.

- ¿Me dejarás probar?- dice entre el beso.

- ¿Probar?- digo sin entender.

- Yo creo que sí- responde antes de soltar mis labios. Me lleva a uno de sus muebles de la sala de su oficina y me acuesta antes de lanzarse a mi seno derecho.

Mi mano va directo a sus cabellos despeinándolo un poco.

Siento mi centro húmedo.

- Las extrañé- susurra contra mi pezón pero estoy tan excitada que no presto atención.

Sube mi falda, flexiona mi pierna y su mano va a mi zona ya húmeda.

- Dios, estás lista- dice con voz ronca.
- Solo pídelo, Emma. Dime que lo haga- susurra mientras estimula mi clítoris. Me observa.

Sus ojos destellan lujuria y deseo.

- Yo...- no puedo ni responder cuando su dedo entra en mi interior.

Se acerca a besar mi cuello.
Trato de contener los gemidos pero es casi imposible cuando introduce otro dedo. Cuando ya no soporto más me dejo llevar por un maravilloso orgasmo.

- Glorioso- menciona sacando sus dedos luego de que pasó todo.
Pasa su lengua por sus dedos con sensualidad saboreando mis jugos y yo ya no puedo ponerme mas roja.

Besa mis labios una última vez antes de levantarse e ir a su baño.

Me levanto y arreglo mi ropa y mi cabello.

Estoy tan confundida con todo esto que decido irme antes de que él regrese.

Al salir, me topo con Heydi.

- Emma, creí que ya te habías ido- dice al acercarse.

- Yo estaba...

- Entiendo. El señor Giordano te necesitaba- responde y frunzo el ceño.
- Te invito a comer y no acepto un no por respuesta- dice tomándome del brazo y llevándome con ella al ascensor.