Capítulo 12

228 23 4
                                    

Emma Blake.

Llego a la empresa a tiempo.
Siento que estoy en una nube flotando pues todavía no puedo creer el hecho de que estoy... Embarazada.

Pero debo concentrarme en el trabajo.
Después de todo, lo necesito para mantener a mi bebé.

Una sonrisa aparece en mi rostro al pensar en eso.

'Mi bebé'

Porque a partir de ahora, es mi bebé.

Junto las carpetas que dejé listas ayer y cojo la tablet para esperarlo.

Y ahí está. El hombre de mis pesadillas y el padre de mi bebé.
Luciendo imponente y autoritario como siempre.

Está enfundado en un armani color azul marino.
Su porte de hombre de negocios siempre me impresiona.

'Ojalá y mi bebé herede el color de sus ojos y esa hermosura'

Me doy un golpe en la frente mentalmente.

'Será mejor que no se parezca a él o será difícil negar que es su padre'

'¿Se lo voy a ocultar?'

- Buen día, señorita Blake- saluda con esa voz que hace que mi corazón salte.

- Buenos días, señor. Tiene una reunión en media hora- respondo tratando de sonar serena.

- Bien. Deje el café en mi escritorio y prepare la sala de juntas- ordena al deja sus cosas en su escritorio.

- Como ordene- respondo.

Paso y dejo el café antes de ir a hacer mi trabajo.

Ordeno todo y también preparo la carpeta que Alessandro ocupará.

La hotelera con la que firmará contrato es una de las mas importantes y para ambos es importante.

Giordano tendría el reconocimiento por el diseño para el nuevo Hotel de la gran cadena hotelera Lanús y los Lanús tendrían el orgullo de decir que fue Giordano quien les diseñó todo.
Ya que Alessandro no acepta cualquier proyecto.

Durante la junta no puedo evitar sentir las nauseas causadas por el olor del café.

- Señorita Blake- menciona Alessandro al entrar a su oficina-. Quiero un reporte sobre la junta de hace un momento y el informe sobre el terreno.

- Ahora mismo lo hago, señor. También recuerde que debe autorizar los cambios en el proyecto Costa Verde y revisar el diseño que le entregó al señor Rivers- menciono.

- Había olvidado ese asunto. Ahora lo reviso- dice al sentarse en su silla. Me mira y comienzo a sonrojarme.

Ahora entiendo que todo esto se debe a las hormonas.

'Sí, culpemos a las hormonas por desear al hombre frente a mí'

'Como carajos pasé de odiarlo a desearlo'

- Puede retirarse, señorita Blake- dice con una sonrisa ladeada.

Y no tiene que decirlo dos veces para que salga huyendo de ahí.

*****************

Me deshago de mi ropa y la sustituyo por un pijama comodo.

Hoy tuve un día ligero en la oficina.
Solo tuvo tres citas y el resto fue papeleo.

Me dirijo a la cocina para preparar la cena antes de que llegue Kathia como cada noche.

**

- Ya estoy en casa- escucho a Kathia y el tintineo de las llaves.

Apago la estufa pues todo está justo a tiempo. Salgo de la cocina y me acerco a la sala.

- Tengo que decirte algo- me mira preocupada dejando su bolsa sobre la mesa del recibidor.

- Podemos cenar antes o en serio es urgente- menciona con cautela.

- Cenamos. Debo alimentarme- asiente y pasamos a poner la mesa.

**

- Y bien... De qué se trata- se sienta a mi lado-. ¿Te dijo algo el doctor?- dice asustada.

- Si. De hecho me hizo unos análisis y...- paso saliva- Es lo que también sospechabas- la miro-. Esta mañana la doctora lo confirmó- agrego con calma.

- ¡Oh por Dios!- dice con los ojos abiertos como plato-. ¡Voy a ser tía!- se lanza a abrazarme pero al segundo se aleja y frunce el ceño.

- ¿Y ahora qué piensas hacer?

- ¿Qué quieres que haga, Kathia?- enarco una ceja al mirar a mi hermana mayor.

- No lo sé. Buscar a ese idiota- dice con disgusto-. Porque es de...- se quedo callada y sé a quién se refiere.

- ¡No! Nunca estuve con Jerry- digo y relaja los hombros aliviada-. ¿Recuerdas la noche que salí con Sharon?- asiente despacio- Pues conocí a un hombre. Bailamos y bebimos hasta que... Terminé en sus brazos- bajo la cabeza.

- Joder, Emma- pasa una mano por su rostro y se pone de pie-. ¡Por qué no te cuidaste!- me mira molesta.

- Él se cuido, de eso estoy segura. Además, no lo necesito. Mi bebé y yo saldremos adelante sin la ayuda de él- menciono con calma.

- Espera- pone sus manos en mis hombros y exhala lento-. ¿Recuerdas su nombre?- cuestiona mas calmada.

Mi cuerpo se congela.
Claro que sé su nombre. Es más, sé quien es y donde encontrarlo.

Pero no puedo decirlo. Alessandro es un hombre importante y conocido.
Puede no querer a este bebé y apesar de que no es algo que tenía planeado, ya está aquí y lo quiero.

- N-no- tartamudeo.

- Emma- dice en advertencia.

- Solo fue una noche loca donde dos desconocidos se entregaron a la pasión- digo por lo bajo.

- Soy tu hermana, puedes confiar en mí- suspira-. Cuando te sientas segura puedes decírmelo- asiento- ¿Y qué harás ahora? ¿Lo conservarás?- señala mi vientre aun plano.

- Si- digo firme-. Es mi hijo, no un objeto. Trabajaré duro para que nada le haga falta. Y lo amaré por los dos.

- Lo amaremos mucho, Emma. Nada le hará falta- me abraza y dejo salir mis lágrimas.

Esto me abruma. Soy consiente de que Giordano no tiene idea de que pasamos una noche juntos.

'Si solo él diera indicios de que me recuerda'

Luego de platicar otro rato con mi hermana, es momento de irnos a dormir.
Ahora debo cuidar mi salud más que nunca.

De mí depende la vida de mi hijo.

Este pequeño que es mitad mía y mitad de Giordano.
Pero que será solo mío ante el mundo.

Alessandro no se a dado cuenta que soy aquella mujer que pasó la noche con él
Y así debe seguir. No quiero exponer la vida de mi bebé.

Qué tal si no lo quiere. Qué tal y si me pide abortarlo! O en el mayor de sus posibilidades, me lo quiere quitar.

Niego varias veces alejando esas ideas.
Seguro que lo negaría si se entera.

Porque por muy extraño que suene, Alessandro no parece ser de los hombres que le agrade el compromiso de pareja. Llevo trabajando con él un mes y ni una sola mujer lo ha visitado.

Y tampoco es que lo quiera ver con una y con otra siendo un mujeriego, es solo que él es un hombre ocupado y no creo que un hijo esté en sus planes.

Sin contar que me hizo pasar por su novia frente a su abuelo aunque él no lo dijera.

Sonrío ante el recuerdo de sus labios en mi frente y mis labios.
Pero ahora creo debo mantenerme alejada de él en lo que decido si decirle o no.

- Tranquilo, bebé. Yo cuidaré de ambos- digo acariciando mi vientre, suspiro cerrando los ojos.

.

.

.

(El Bebé Del Millonario Libro 1) Nuestro BebéWhere stories live. Discover now