Capítulo 08: Solo dime que te gusto.

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Creo que mi amistad con SuA se acabó, ella se quiso ir de mi vida y no puedo parar de odiarme a mí misma. Nunca debí dejar que mi corazón se abriera para Yoohyeon, porque debido a la estúpida confusión de nombres, estoy enamorada de la chica que tanto le gusta a mi ex mejor amiga.

Yo no quise que fuera así, he tratado de que no me guste más, incluso la evito en el club de radio. Yo, yo solo...

Llamé a SuA por teléfono, pero le dijo a su madre que está cansada y que quiere dormir, ella me preguntó si discutimos, pero me negué, terminando la llamada.

Más tarde me enteré de la conversación que sostuvieron SuA y Yoohyeon en el patio. Ella reconoció que le gusta, pero antes de que la más alta pudiera decir algo, le mencionó que a mí también me gusta. Me contó también cosas que ni siquiera yo sabía, como que ella está consciente de que puedo comer mucho, pero cuando estoy con ella me limito, por más que insista; le contó que ella sabe que no soy fan de BTS, que me gusta Seventeen, pero finjo porque a ella le gustan. Le contó que una vez la cargué por muchas cuadras en mi espalda, porque pisó una abeja y su pie se hinchó tanto que no podía apoyarlo, que ella insistía en querer caminar, pero yo la llevé a salvo a su casa, solo importándome su seguridad.

Todo esto porque abrió nuestra casilla, con la intención de borrar todas nuestras conversaciones, pero vio que en el papelero de la mensajería quedaba un correo electrónico sin leer y, al revisarlo se le apretó el pecho; ahí estaba mi confesión de amor por Yoohyeon.

Había sido un largo día, estuve sola, evitando incluso a las chicas que me invitaban a bailar Pump it up. Pensaba en la chica alta, en su cabello azul, en sus ojos que ocultan dolor, pero están repletos de amor, paso a paso hasta mi casa, pero había ocurrido algo, se estaban llevando a Woozi en una ambulancia y sin pensarlo me fui con mis padres al hospital.

La noche fue larga y me dormía en la silla de espera, el doctor dijo que no era grave, pero mientras yo me hacía la fuerte resistiendo el sueño, Yoohyeon estaba afuera de mi casa, esperando mi regreso que, nunca ocurrió.

La mañana siguiente fue extraña, las chicas estaban preocupadas por mí, debido a que se enteraron de lo ocurrido con Woozi, pero SuA solo estaba ahí mirando, pasé por su lado y de repente se desmayó, la subí a mi espalda como hacía cada vez que ella estaba en peligro y corrí por las escaleras.

—Eres una tonta Kim Minji—Me dijo.

—¿Qué? ¡SuA!, ¿Estás bien? —Yo no entendía.

—Claro que sí, ya bájame —Pidió, obedecí y me giré hacia ella, muy preocupada.

—SuA —Dije.

—Tuve que fingir y vaya que es difícil, ¿Olvidaste que estoy sana? —Me impresionó, tenía toda la razón.

—Pero SuA, ¿por qué lo hiciste? —Pregunté.

—¿Dejarás que Yoohyeon se vaya así? —Me preguntó seria, pero no fui capaz de contestar —Siyeon te espera abajo —Me miraba, pero yo no reaccionaba —¡Estoy bien, ve tras ella! —Me ordenó y me paré casi saltando, entonces corrí y en la entrada, Siyeon me esperaba sobre una motocicleta.

—Siempre espectador, nunca protagonista... Considéralo un honor—Sonreí y asentí aun agitada.

Entonces nos fuimos esquivando autos, para alcanzar promesas, le di las gracias al llegar y nuevamente corrí, corrí como nunca, corrí más fuerte que esa vez que escapamos de la pandilla de Soyeon, corrí pensando en ella y en lo mucho que la amo, corrí y grité su nombre, hasta que la vi.

—¡Kim Yoohyeon! —Grité con fuerza y esos ojitos me sonrieron, entonces hice el último esfuerzo para correr frente a ella.

—Lo siento —Dije hiperventilada.

—¿Por qué? —Me preguntó con calma.

—Por no ir cuando te pedí que viéramos la película —Contesté sollozando —Por no prestarte atención cuando me grabas, por comer demasiadas ciruelas, Lo siento mucho —Para entonces no solo sollozaba, sino que, lloraba.

—Yoohyeon, estaba muy triste cuando supe que te ibas, pero fingí que no me dolía, siempre finjo para no incomodar, perdóname Yoohyeon, yo si estoy triste y no quiero que te vayas —Mi llanto era incontrolable.

—Te mentí Yoohyeon, te mentí cuando te dije que no me gustabas, lo siento tanto —Cerré los ojos antes de decir lo último y la oí reírse, me limpié la cara y le pregunté de qué se reía.

—No hay nada que disculpar, solo dime que te gusto.

—¿Cómo se te ocurre que, en medio de esta estación llena de personas esperando el mismo tren que tú, te diré eso? —Volví a llorar, me dolía el estómago.

—Minji, pequeña Minji, yo fui muy feliz todo el tiempo que pasamos juntas —Dejé de llorar —¡Te quiero Kim Minji! —Gritó y en ese momento reinó el silencio.

—Te quiero —susurré sin mirarla, pero el tren que apenas llegaba, se tragó el sonido de mi voz.

—¿Qué dices?, no pude escucharte —Preguntó con la voz alzada.

—¡Kim Yoohyeon, me gustas y te quiero! —Grité apretando los puños —¡Me gustas mucho, mucho, mucho!

Entonces sobre sus pisadas suaves caminó hacia mí, con su mano izquierda me tomó por la cintura y con la derecha, llevó mi cabeza hasta su corazón. Estuvimos así por un rato, hasta que logró calmarme por completo. Juraría que estaba en el paraíso y deseaba quedarme ahí, pero escuchamos el último llamado para abordar el tren por el altavoz y yo no la quería soltar.

—Espérame un poco de tiempo, prometo que regresaré —La oí decir, pero mi llanto se volvió a descontrolar.

—Tengo que irme —Dijo soltándome y secó mis lágrimas con sus dedos, pidiéndome que ya no llorara. Volví a fingir, fingía que no lloraba cuando estaba desbordada en tristeza.

La más alta subió al tren y desde la puerta se despidió, ésta se cerró separando nuestros caminos. Cuando comenzó a irse, me acerqué al tren, pero no lo seguí, solo me senté en el suelo a llorar, a verla partir, porque así fue como nos separamos.

Con Yoohyeon adoptamos la costumbre de comunicarnos vía correos electrónicos, yo buscaba cualquier computadora donde revisar si tenía algo en mi casilla, por lo general era así.

Hola Minji, soy Yoohyeon:

Quería contarte que vivir aquí ha sido extraño y divertido, mi hermanito ha crecido, entonces ahora pasamos harto tiempo juntos, falta poco para el año nuevo y si el mundo no se acaba en el año 2000, te enviaré un correo.

Y mientras todos hacían la cuenta regresiva para este nuevo milenio, yo estaba frente a la computadora abriendo su correo, que había llegado horas antes, pero esperé para leerlo en el 2000, con la única finalidad de sentirme feliz, eso que me podía entregar ella; la chica con la que tanto sueño.

Hola Minji, soy Yoohyeon:

Ya verás en unas horas que, el mundo no acabó, aquí ya estamos en el año 2000.

Yo ya quiero verte.

Hola Yoohyeon, soy Minji

El otro día pasé por tu casa y tenías razón, el ciruelo está floreciendo, me puso muy feliz verlo porque es como estar cerca de ti, pero como te dije esa noche, las ciruelas si se comen y son más ricas.

Hola Minji, soy Yoohyeon

Daré el examen de admisión para comunicación audiovisual, sería genial poder verte en la universidad.

Ese último correo me hizo razonar, entonces estuve poniendo mi máximo esfuerzo en los exámenes finales, para pronto recibir la noticia de que me aceptaron en la universidad, la misma donde pronto podré volver a ver, a Yoohyeon.

Antes de que Acabe el Siglo | JiYoo | DreamcatcherTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon