Capítulo 04: El Día que lo Supe y lo Supiste.

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Esa mañana me levanté sobre un montón de ánimo, las chicas me esperaban frente de mi casa para irnos juntas a la prepa —Vamos Minji, ¡date prisa, llegaremos trade! —Exigía Handong saltando y sacudiendo la mano, mientras que silenciosamente Dami hacía lo suyo. Es que hoy todas las clases de nuestro nivel irán en un viaje a la playa, por el fin de semana y estoy muy emocionada, papá dijo que debemos cuidarnos de los peligros, pero ¿Qué podría ocurrir?

Llegamos a tiempo para acomodarnos en el autobús, Donguie y Pandami se sentaron juntas, yo aproveché de sacar mi walkman para oír música, viendo el paisaje de camino a nuestro destino, en tanto sonaba la canción que le dediqué a Siyeon por parte de SuA y, me pregunto, que habrá sentido al oírla así, repentinamente en una llamada, aunque en realidad no era su canción.

El sol estaba golpeando muy fuerte, pero no fue impedimento cuando comenzamos a tomarnos fotografías a la orilla del mar, Dami trajo una cámara desechable Kodak, nos prometió copias de las fotos para cada una y posábamos pretendiendo saber cómo hacerlo, ridiculizándonos con expresiones graciosas, pero siendo felices con el infantilismo que aflora de tres amigas adolescentes. El maestro decidió que lo mejor sería capturar el momento con todos los alumnos juntos, lo que se nos dificultó por estar atrás de los demás, aunque logramos inmortalizarnos saltando cuando el profesor contó hasta tres.

Paseando por los alrededores encontramos un mercadito, en el interior de esta había un puesto perteneciente a un curandero que vendía pociones para la cura de muchos males, entre ellos el Extracto de Morera, fabricado en Gyeongju.

—Es bueno para la fatiga, la hipertensión, la demencia, incluso cura el corazón y hasta los riñones —Yo estaba quitándole caramelos a Dami, pero se los cedí para ir en búsqueda del elixir cuando escuché la palabra ¨riñones¨.

—¿Cuánto cuesta? —Pregunté tomando el envase.

—30.000 wones —Contestó el vendedor.

—Aquí tiene 20.000... —Dije con la boca llena de dulces y el envase sostenido contra mí cuerpo, me percaté que ya no tenía dinero en la bolsa —Deme un segundo por favor para pagarle el resto —Abrí mi mochila, cuando escuché una voz melodiosa y conocida diciendo —Aquí tiene —Me volteé y si, como era de esperarse y para mi sorpresa, era Siyeon.

—Eres realmente rara —Miraba la botella y luego a mí —¿Cuándo aceptes ser mi novia, ¿Me dejarás oírte como interpretas el himno nacional con tus pedos? —No tuvo vergüenza alguna, miré detrás de ella y ahí estaba Yoohyeon mirándome curiosa, tomé fuerte desde la muñeca a Siyeon y la arrastré lejos de los demás cubierta de cólera.

—¿Tú estás loca?, ¿Cómo se te ocurre decir tal barbaridad frente a los demás? —Le grité exaltada, pero ella permanecía en calma.

—Wonderwall.

—¿Qué?

—Dijiste que me amas —Contestó acercándose —Mi familia conoce mi número de Biper, Yoohyeon y tú; Palacio de la Música, Kim Minji.

Era obvio que esto se confundía más y más, no podía decir la verdad, no sin antes cumplir mi misión y presentarle a mi mejor amiga —Escucha, yo no sé qué es lo que quieres decir, así que aléjate de mí y no me vuelvas a molestar —Le pedí la botella.

—¿Quieres que me vaya?, ¿segura? —Preguntó como si estuviera jugando —¿Entonces no saldremos? —Es muy insistente.

—¿No puedes escuchar bien o tienes los oídos tapados?, ¿Ah?, ¡NUNCA SALDRIA CONTIGO, AUNQUE MI VIDA DEPENDIERA DE ESO!, ¿ENTIENDES? —Le grité ya harta de su juego, pero temiendo haberme pasado de lo pesada. Ella se alejó un poco de mi con una expresión asustada.

Antes de que Acabe el Siglo | JiYoo | DreamcatcherWhere stories live. Discover now