20.

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Yoongi y Jimin subieron al auto del último mencionado mientras conducía, nadie dijo nada en todo el camino y Jimin sabía que Yoongi estaba enojado por lo que había pasado.

Manejó alrededor de 10 minutos hasta que Yoongi noto que no estaban yendo al edificio en donde Jimin vivia.

— ¿En donde estamos?. — miró a Jimin cuando había parado el auto.

— ¿Te duele mucho?. — dijo tomando su rostro para acariciar su mejilla aún roja y con un ligero morete, Yoongi negó y Jimin dejo un beso sobre su mejilla. — Ven, quiero mostrarte algo.
— bajo del auto y espero a que Yoongi llegará a su lado, lo miró un segundo y luego tomo su mano para entrelazarlas y guiarlo hasta entrar al lugar.

Era una casa, no era grande pero tampoco era pequeña. Estaba pintada de un color blanco con pequeños toques de negro que lo hacían lucir elegante, la puerta principal negra hacia lucir todo aún más y el balcón que resaltaba en la parte del segundo piso con maletas y flores de colores lo hacía ver bonito.
Yoongi no dijo nada solamente siguió a Jimin hasta el interior en donde pudo apreciar la sala que de igual manera llevaba los mismos toques de negro, tanto en el gran sofa, como en las decoraciones. Una gran pantalla adornaba la pared y debajo de esta una chimenea.

— Ven. — volvió a tomar su mano y lo guío hasta una puerta corrediza que lo llevaba a la gran piscina en la parte trasera. — ¿Te gusta?. — dijo mirando al chico quien solo miraba alrededor.

— Es bonito. — le regaló una media sonrisa y Jimin asíntio, luego se acercó a él de espaldas y lo abrazo por la cintura.

— Está casa fue lo primero que compre cuando recibí mi primer dinero de J&M cosmétics, en ese entonces realmente no esperaba  que ese pequeño negocio se convirtiera en lo que es hoy. — recargo su mentón en el hombro de Yoongi y después de estar en silencio unos segundos Jimin volvió a hablar. — Cumplí mi promesa Yoongi.

— ¿Tú promesa?.— pregunto mientras jugaba con las manos de Jimin.

— Te prometí que trabajaría muy duro para que tuviéramos una casa. — sintió como Yoongi dejo de jugar con sus manos y se quedó quieto, luego se soltó para mirarle.

— Jimin

— Es tuya Yoongi. — Jimin le regaló una tímida sonrisa y luego llevo una de sus manos al rostro de Yoongi para acomodar un mechón que caía por su rostro. — Es nuestra si tú quieres. — acaricio su mejilla mirando al hombre de sus sueños y vio como Yoongi se rompió en llanto y lo trajo a sus brazos. — Sé que aún tengo que arreglar el problema en el que estoy metido, pero dios amor, te amo tanto que no quiero esperar más tiempo, he esperado mucho no crees? — lo alejo un poco para tomar el rostro de Yoongi entre sus manos y limpiaba sus lágrimas. — Te he amado y te he extrañado tanto mi amor. — beso sus labios en un cálido toque. — y no necesito pensar en nada cuando estoy contigo. Solo tú me haces sonreír, solo tú haces que mi corazón se acelere y solo tú me haces feliz, además de mi Taeminie por supuesto. — ambos sonrieron. — Mi amor quiero estar contigo, amanecer contigo e irme a dormir contigo todas las noches de lo que me quedé de vida. Sé que no tiene mucho que nos encontramos de nuevo y que fui un idiota en el tiempo que no estuvimos juntos, pero mi amor, nadie jamás ocupo ni ocupará tú lugar. — miraba a Yoongi mientras sus ojos brillaban, mientras trataba de expresarle con palabras lo que sentía, pero aún no era suficiente para todo el amor y adoración que tenía por él. — Min Yoongi, cásate conmigo.

Jimin miraba a Yoongi quien se había quedado callado, honestamente comenzó a sentir miedo cuando había pasado un par de minutos y este no decía nada.

— Yoon. — pregunto con temor cuando él no dijo nada.

— No veo un anillo de diamantes. — respondió mientras sonreía y la sonrisa de Jimin sin duda, era algo que quedaría guardado en la memoria de Yoongi. — Por supuesto que me casaría contigo, en esta y en otras vidas, mi amor. — sonrió para tomar el rostro de Jimin y acercarlo a la suya. — Te amo. — dijo para cortar el resto de la distancia que los separaba.

La calidez en aquel beso decía mucho, su amor fue y es tan grande que las palabras se quedaban cortas para expresar el sentimiento. La delicadeza en qué Jimin disfrutaba de su amado de como disfruta cada toque que le hace, se separaron por falta de aire y dejaron unidas sus frentes.

— Si tengo tu anillo mi amor. — dijo sonriendo dejando un beso en sus labios y metió la mano en su bolsillo para sacar una cajita de terciopelo  azul y mostrarle el anillo de oro con pedrería diminuta que lo hacía brillar. Con delicadeza tomo la mano de Yoongi una vez que saco el anillo de la caja y puso el anillo en su dedo anular para luego mirar con adoración la pieza y dejar un cálido beso sobre está. — voy a amarte el resto de mi vida y en las que siguen también. — sonrió besando sus labios.

— Te amo Jiminie. — sonrió mirando su anillo mientras Jimin lo miraba a él con toda la adoración que le tenía.

— ¿Quieres conocer el resto de la casa?. — sonrió una vez que entraron.

Estuvieron el resto de la tarde mirando el lugar, era un lugar grande, contaba con 3 habitaciones en la parte de arriba y en la parte de abajo había una habitación. Contaba con un cuarto de baño y la cocina era igual de grande que la cocina de la cafetería.

— Sabía que te gustaría mucho. — sonrió. — Siempre hablamos de como sería nuestro hogar y tome mucho en cuenta cuando hice la remodelación, siempre supe que volvería a ti. — sonrió besando su mejilla mientras miraban la sala desde la puerta de la cocina y Jimin lo abrazaba por detrás.

— Pero yo ya tengo mi casita. — hizo un puchero.

— Lo es amor, pero está es nuestra. — se alejo de Yoongi y lo volteo para quedar frente a frente. — Sé que trabajaste duro para comprar esa casa bebé. — beso su naríz. — puedes conservarla o venderla, yo voy a apoyar lo que tú quieras. — sonrió.

— Me gusta saber eso. — sonrió.




Between us - JIMSU Where stories live. Discover now