A través del Cristal [Cristal#2]

Capítulo 35

Cuando llegué al hospital, encontré a Anne, Damon y Elai ya presentes en la sala de espera. Anne me agarró del brazo apenas me vio, con una mirada que sugería una mezcla de alivio y preocupación.

― ¿Dónde estabas? ―susurró, tratando de mantener la conversación en privado.

―Tranquila ―respondí, apartando su mano con suavidad―. No es lo que crees.

Lo correcto era estar ahora aquí con Ellie y apoyarla en lo que fuera, pero otra parte de mí quería ir a buscar a Angel y asegurarse que estuviera bien. Aunque Mikhail ya no era una amenza, algo en todo este asunto aun me inquietaba.

―Dam, ¿estás bien? ―Elai se acercó, visiblemente preocupado―. Supe que Jaden los ayudó. ¿Dónde está él ahora? ―miró por encima de mi cabeza como si esperara encontrarlo en alguna parte. Volví la mirada hacia Anne, quien negó con la cabeza.

Mientras me acercaba a Damon, mis pasos se detuvieron abruptamente cuando alguien pasó a mi lado con pasos firmes, tomándonos a todos por sorpresa. Damon parecía confundido, al igual que el resto de nosotros, al ver quién era.

Adam estaba abrazando a Damon. La ironía de la situación no pasó desapercibida para mí. Después de años de odio mutuo, de culpar a Damon por la muerte de Ethan, Adam estaba ahí, abrazándolo. Parecía que había estado tan concentrado en mis propios problemas que no me había dado cuenta de lo que estaba sucediendo en la vida de los demás. Pero ya habría tiempo para preguntar por eso más tarde.

―Sé lo que estás pensando ―dijo Adam, con evidente vergüenza en su voz―. Sé que no fuiste tú. Ahora lo sé ―parecía avergonzado, como si detrás de su odio pasado hubiera una serie de acciones de las que se arrepentía.

El silencio de Damon fue su respuesta, como si hubiera algo en su mirada que solo él pudiera ver y nosotros no.

Adam se apartó, dándonos la espalda, y entonces Damon rompió el silencio.

―Parece que el acosador misterioso era Mikhail.

Elai me miró con los brazos cruzados, con una expresión de confusión en su rostro.

—Damian, ¿Mikhail no era tu amigo? —preguntó. No intentaba echarme la culpa, pero tanto él como los demás estaban desconcertados.

Anne interpretó mi silencio como una señal de que necesitaba ayuda. Sabía que podía confiar en ella, así que me dirigí a ella con la mirada, sabiendo que no le mentiría.

―Como sea, nadie podía saber que iba a resultar ser un psicópata. Cualquiera puede serlo ―intervino.

Mis pensamientos se dirigieron a Angel. Esperaba que estuviera bien.

No podía quedarme mucho tiempo allí. Tan pronto como tuve la oportunidad, me escabullí fuera de la sala de espera, necesitando un momento para mí mismo.