Imágenes 3

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Pese a los intereses de la visión anterior, Kushina había cambiado su semblante de mediana alegría por el tema de recordar a Jiraiya, estaba triste, furiosa con su ex esposo, extrañaba a su hijita, pero ella, su hija menor, se volvió una masa de orgullo, egolatría, narcisismo y arrogancia que era influenciada por la aldea donde vivía. Kushina sabía que la aldea de Konoha sin Tobirama caería, alguien justo, no era bueno ni malo y velaba por todos por igual. Caería por la falta de interés verdaderos, y pese a que Tobirama tenía ciertos niveles de individualismo, sabía cómo ponerlo en servicio de la aldea, los demás Hokages no lo hicieron, Hashirama, el primero, no podía dejar las apuestas y llegó a dejar al borde de la bancarrota a la aldea y si no fuera por su esposa y su clan, los Uzumakis, esta desaparecía. Hiruzen, era un pervertido, le llamaban el profesor dado que tomaba las cosas con calma, pero no era justo, dado que dio más poder a los consejeros, que lo único que debían hacer es aconsejar, más no opinar u ordenar, sumado al hecho de que acumulaba papeleo para sus sucesores, dado que era un voraz lector de la novela pornográfica, Icha Icha Paradise, no era ningún secreto. Yato, qué decir, era un bastardo, adicto al poder, no le importaba nada más que él mismo y aunque lo hicieron, nunca pudo embarazarla, debiendo recurrir a un apoyo de farmacia para lograrlo, sumado al hecho de que destruyó a su hija moldeando a una supuesta niña de la Profecía, sumamente arrogante, que creía que todos debían besar el suelo donde pisa, además de destruir su sueño de unir su familia con la de su mejor amiga, preparando al hijo menor de la misma, para ser el arrogante esposo de su hija, todo eso al precio que su hijo, su mayor alegría de todo, sufriera.

Artemisa se dio cuenta de ello y la abrazó mientras Apolo se acercó y repitió el acto, junto 1 a 1 de los semidioses hijos de él. Kushina podría admitir que perdió bastante de su familia, pero ganó otra, no la reemplazaría pero serviría para calmar su dolor. Yato cementó el futuro de él y de su hija, no había marcha atrás, y aunque ella lamentaba que deba enterrar a Natsumi, era un hecho de que ello pasaría.

Bianca: eto -diría llamando la atención- tengo una nota

Hestia: léela querida, adelante -diría con su tono de dulzura, como si de la abuela que te consciente se tratase.

Thalia: quiero ver al rubio y al pelirrojo sexys

Elaine: si sabes que sus parejas estamos aquí verdad?

Artoria: en serio niña Punk, no conoces de él absolutamente nada y sólo eres interesada

Jeanne: sobre todo lo ves con lujuria, siendo que no es amor, sino obsesión sexual.

Atenea: pero sabes que somos una gran opción para él

Elaine: lo dudo, ya que usted también lo ve con lujuria, y dado que piensa que puede ser amenaza

Atenea: cuidado pequeña mariposita

Jeanne: por qué habremos de tener cuidado, dado que usteed abusa de ser una diosa 

Artoria: sobre todo de que no demuestra ser lo que su título dice 

Atenea: insolentes -diría molesta lista para maldecirlas

Artemisa: Atenea -diría seria, sus nueras cada vez tenían más puntos- no veas así a mis hijos y sus novias -diría lo último con dificultad

Atenea: hermana -diría serenándose, debía jugar sus cartas- sabes que soy la mejor opción para mi sobrino, piénsalo

Grover: quisiera saber a quién salen

Zeus: ehhh culpen a mis genes

Mark: de hecho todo Olímpico salvando excepciones es pervertido

Hera: no lo habría dicho mejor

Hefesto: así es

Leo: no eras hijo de Ares Mark -diría con burla- nunca los tuyos dicen algo lógico 

El Camino del Hijo de la CazadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora