Capítulo 10

60 4 0
                                    

Rey

- Puede que sea una estrategia para hacerte dudar de tu ejército. - Dymon habla en irlandés para que la niñata no entienda.

Hace media hora calló rendida, solo espero que no me babee el auto. Lo peor de todo es que vamos a una pocilga. El cuartucho de mala muerte del otro primo.

Tardamos tres horas en auto, interceptaron mi avión privado cuando estábamos en la cena. Esos hijos de puta querían derramar sangre. Sabía que no se iban a quedar quietos.

Reviso los documentos y confirmo mis sospechas. Tienen los planos de mis armas nuevas, quieren hacer réplicas con nuevas estrategias de negocios, también poseen las coordenadas de la ubicación de mi bomba nuclear M§k8. Capaz de acabar con una ciudad entera.

Están imitando mi producto y eso no lo pienso permitir, tengo que cambiar su ubicación de inmediato.

Llegamos y veo la pobre casa del primo. Quién nos recibe como si fuéramos unos niños.

- ¡Primito! - abre los brazos.

- No te pienso dar un abrazo. - le doy la orden a los empleados - deberías tener a más hombres.

- Puedes relajarte, este lugar es seguro, estamos casi en la montaña - hace un gesto y señala a su alrededor - además, tengo detonadores por todos lados. Si entran en mi propiedad explotaran.

Miro dentro del coche y la criada sigue dormida.

- Dymon, llévate a esa cosa de aquí.

- Es una personita primo, que por cierto, no contaba con ella. Solo tengo dos habitaciones. - señala dentro de la camioneta. - alguien debe dormir con ella.

- Puede siempre dormir contigo, es tu criada.

Dymon niega.

- Puedes dejarla en la habitación principal primo, pueden dormir abrazaditos. - sonríe.

- Altekin. - le advierto.

- ¡La cama es más grande! Ni siquiera te rozaras con ella.

- Buena idea así la vigilas. - espeta Dymon tratando de despertarla.

No puedo concebir que esto esté pasando. No duermo jamás con nadie y ellos lo saben. Lo saben perfectamente.

- Tampoco es que duermas mucho tú.

- No me gusta para nada esa cría, no voy a vigilar a nadie, ese no es mi trabajo.

- ¿Ya llegamos? - pregunta soñolienta.

No soporto esta mierda, entro a la pocilga de mi primo. No tiene mucho lujo aquí dentro, por lo que me quito la ropa, solo me dejo el pantalón puesto. Cojo una cobija y la tiendo en el piso.

Dymon entra, y se queda observando.

- No puedes dejar que duerma en el piso - niega con la cabeza - además la cama es suficientemente grande.

- Me las vas a pagar. ¿En qué momento adoptaste a una cría? - no me queda de otra - sabes que no te puedo negar nada, y por eso, te aprovechas.

- Pero si nunca te he pedido nada - se ofende. - más a mí favor.

- Que se sea la última vez.

- Sé que no te gusta el contacto físico, pero solo es por estas dos noches.

- Estas dos noches van a ser largas.

- No sé porque te cae mal, es una buena chica, es linda.

- ¿Por eso te la quedaste? - digo contrariado - , ¡podría ser tu hija!

Atrapada en la Mafia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora