Capítulo 9

23 1 0
                                    

Dary


Me encuentro de nuevo en la rutina de ayudar con el desayuno, por cuestiones obvias, no lo voy a llevar yo.

Preparo huevos con espinacas, una especie de tostada de verduras, un jugo verde, y Arándanos. Según Maya, el mafioso es un poco obsesivo en cuando a la comida. La otra chica cuyo nombre todavía no sé, es la que le lleva el desayuno. Cuando está de regreso veo que baja con el mafioso amargado. Mirándome de arriba abajo.

- ¿No puedes usar uniforme como las demás?

- No señor, es lo que me distingue del resto - me atrevo a decir.

La chica cuyo nombre no sé, jadea sorprendida.

- Mira cría, no tengo tiempo para sandeces. - niega y le hace señas a Maya, ella asiente.

- Te quiero en cinco minutos en mi despacho. - me da la espalda para irse - Ponte ropa decente.

Dicho eso, espero a que se marche y subo corriendo a cambiarme, ¿y ahora que hice?

Me coloco una sudadera y un short negro. Subo de inmediato.

Los gorilas inexpresivos me abren la puerta, nada más entrar, el mafioso me echa una ojeada, niega con desaprobación cuando me ve vestida. Y no entiendo a este hombre.

¿Pero qué quiere?

Es todo lo que tengo. A mí no me dieron uniformes raros.

En el comedor, cerca del ventanal - está nublado allá afuera - visualizo a Roy, con cara de pocos amigos.

- Buenos días Dary. - me sonríe al verme.

Le respondo con un asentimiento.

- Necesitamos tu ayuda.

- No - lo interrumpe el mafioso - aquí no pedimos ayuda, ella está aquí para cumplir órdenes, no es nadie aquí.

Fija su atención en mí.

- Vamos a una reunión y fingirás ser hija de Dymon. Luego tendrás que robarte unos documentos, están en una sala de reuniones. Y harás exactamente lo que te diga.

- ¿Qué?

- Creo que es mejor que la hagamos pasar por su puta o algo parecido Rey, recuerda que todos van a llevar a sus hijas y esposas a la cena.

¿Ahora voy a ser puta? No se cómo manejar esta situación. Ni siquiera se que pensar.

El arruga las cejas, parece que si tiene más expresiones. Hoy carga un pantalón negro y una franela blanca que se  ciñe a sus músculos. Su cabello castaño se ve un poco más oscuro que ayer. Si mirada sigue sin cambiar.

Respiro hondo.

- ¿Quién carajo va a creer eso? - dice mirándome con asco - no es mi tipo, jamás podría estar con esa, es diminuta, menuda, cara de niña buena, no es inteligente, y mucho menos mujer de la Mafia. No es digna para estar con alguien como yo.

Lo mismo digo cariño.

¿Alguien como él?

- Estoy aquí - pongo una mueca.

- Desgraciadamente - verbaliza como si fuera lo peor.

- Por cierto, no soy ningún esa tengo nombre y es Dary.

- Ese nombre es ridículo - Prosigue - Mi Ataque - plantea - sera en la casa azul del gobierno de Irlanda debes buscar unos documentos, están en un estuche rojo. Debes robarlos y colocar un audífono cerca del estante.

Atrapada en la Mafia Kde žijí příběhy. Začni objevovat