Guía Para Domar A Mis Maridos Villanos

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114: Trampa de miel

Xiao Jiao miró la cálida escena frente a ella y se quedó sin palabras. Nadie le dijo, ¿era este el lugar...? ¿Era realmente este el lugar para abrazar así?

Aunque tenía muchas quejas, no se atrevió a expresarlas y silenciosamente enterró su rostro en el cabello de Mo Qiang. ¡Aunque podría haberse ido volando sola, no quería dejar atrás a estos tres idiotas!

Suspiro, ¿qué puede hacer ella? ¡Su corazón era tan bondadoso!

"No es necesario... tengo la pierna torcida y no puedo levantarme, simplemente déjame en paz y vete", Ye Shu era soldado y era muy consciente de su condición física.

Justo ahora, cuando Madam Lian la jaló y la arrojó al pozo de fuego que estaba lleno de pollos enojados de tres cuernos, Ye Shu sintió que Madam Lian le torcía el tobillo de tal manera que no podría levantarse.

Con su tobillo tan torcido, tenía miedo de arrastrar a Mo Qiang con ella.

"Deja de hablar y agarra mis manos, no me iré sin ti", le dijo Mo Qiang a Ye She, quien finalmente apretó los dientes y estiró la mano, aceptando la ayuda de Mo Qiang.

Mo Qiang levantó a Ye Shu, pero justo cuando pasó su brazo alrededor de la cintura de Ye Shu y la levantó, de repente sintió que el peso que llevaba se aliviaba de repente.

Un poco sorprendida, se volvió para mirar a su izquierda y se sorprendió cuando vio a Ou Qi ayudando a Ye Shu a subir junto a ella.

Cuando Ou Qi vio que Mo Qiang la estaba mirando sorprendida, frunció los labios y luego dijo con una expresión fea: "¿Qué estás mirando? Date prisa, arrástrala conmigo".

Solo entonces Mo Qiang salió de su aturdimiento cuando giró sobre sus talones y luego comenzó a arrastrar a Ye Shu junto con Ou Qi.

"Gracias... gracias", al ver que los dos la estaban ayudando incluso cuando estaba así herida, Ye Shu no pudo evitar agradecer a las dos mujeres, de hecho, cuando Madame Lian la hizo retroceder, estaba preparada para morir y ni siquiera le importaba que la mataran si eso significaba que sus colegas estarían a salvo.

Pero el hecho de que estuviera dispuesta a morir no significaba que no se sintiera decepcionada al darse cuenta de que había sido traicionada.

No, de hecho era correcto decir que su corazón se partió en millones de pedazos cuando se dio cuenta de que alguien en quien confiaba la había traicionado.

"No hay necesidad de decir gracias, estúpido, somos amigos", refunfuñó Ou Qi mientras hacía todo lo posible para tirar de Ye Shu lo más rápido que podía, quería crear más y más distancia entre los pollos de tres cuernos y los tres. de ellos, pero la cuestión es que incluso con sus núcleos despiertos no podrán ganar contra esos enormes pollos gigantes.

No, a menos que midieran quince pies de altura o tuvieran a alguien como Mo Xifeng a su lado.

Los ojos de Ye Shu se pusieron rojos pero no dijo nada y Mo Qiang, que vigilaba la manada que se acercaba cada vez más a ellos, no estaba de humor para decir nada.

Miró a la manada enojada y luego miró a su alrededor tratando de pensar en una manera de escapar, pero no importaba qué tan rápido giraban los engranajes en su cabeza, no podía idear un plan ante el peligro.

'Qué hacer... qué hacer...' cantó en su cabeza mientras su mirada permanecía fija en las cosas que los perseguían, pero luego su mirada de repente se posó en las vibrantes coronas rojas en la cabeza de los pollos de tres cuernos que estaban persiguiéndola y un brillo agudo brilló en sus ojos.