Número equivocado! (KIVI)

FaceTime

Lo único que Chiara quería era abrir el chat con Martin y Ruslana y terminar la cuenta regresiva para que fuera finalmente su cumpleaños, pero cuando faltaban cuarenta segundos para medianoche, su pantalla se iluminó con una foto de Violeta (increíble, por supuesto) y las palabras "llamada entrante" brillaron ante sus ojos. Fue tal la sorpresa que el teléfono se le cayó de las manos.

"¡Qué demonios!" balbuceó, soltando un ruido parecido al chillido de un ratón y tapándose el rostro. Por unos segundos se quedó así, espiando a través de sus dedos al teléfono que vibraba sobre la cama. Algo dentro de ella se revolvió, mientras que su mente le gritaba la orden: ¡contesta, contesta, contesta!, y tras una retahíla de ruidos agónicos finalmente lo hizo.

"¡Al fin contestas!" reclamó Violeta, apareciendo en la pantalla en toda su gloria con una sonrisa burlona, luciendo ridículamente atractiva con unas gafas de sol sobre su cabeza que mantenían su cabello retirado de su frente. "Por un momento he pensaba que ya no iba a llegar, ugh, en serio" se quejó, llevando la vista a su muñeca, la cual enseñó frente al teléfono. "Mira, faltan veintiséis segundos ahora mismo".

"Me habías asustado" confesó Chiara en un tono patético, abultando los labios. "No pensaba que ibas a llamarme, ¿por qué no me has avisado de que lo harías?"

"Pensaba que te lo imaginabas" medio afirmó medio preguntó Violeta, su ceño fruncido. Luego, riéndose con suavidad, agregó: "¿no te referías a esto cuando has dicho que querías que te felicitara la primera? Quiero decir... bueno, ¿sorpresa?"

"Pensaba que me ibas a mandar un mensaje a las 12 en punto y y-

"Tres, dos..." la interrumpió Violeta, manteniendo la vista fija en su reloj, y cuando levantó la mirada le dedicó una sonrisa radiante. "¡Feliz cumpleaños, Chiara!" exclamó, y luego rió con ganas, tal como hacía en Triptych, lo cual a Chiara le encantaba, más ahora viéndola en vivo con expresiones y movimientos acorde.

Y mientras Chiara se carcajeaba por aquella risa repentina, Violeta se puso a cantar el feliz cumpleaños. Tres veces. La última vez la cantó en un inglés casi tan bueno como el de Chiara, todo con una sonrisa enorme y con la risa de Chiara como base.

"¡Yah! ¡Basta!" pidió Chiara cuando su estómago comenzó a doler de tanto reírse. "Con una sola vez bastaba, Vio" agregó, sonriendo afectuosamente a la chica para luego decir un tímido "gracias".

"¿Me han ganado Martin, Ruslana, tu familia o tus amigos de música?" preguntó Violeta mientras alzaba una ceja en una expresión petulante. "Me parece que no" canturreó.

Chiara le sonrió a la pantalla mientras apoyaba el teléfono contra el respaldo de la cama, y se recostó boca abajo antes de negar con la cabeza. "Tú has sido la primera, Vivi" dijo, sonando más complacida de lo que planeaba. "Mis hermanos y mi primo se habrán quedado dormidos y mis amigos tal vez me estén mandando muchos mensajes, pero no puedo verlos porque estoy hablando contigo".

Violeta mantuvo la postura presumida, cruzándose de brazos, fue entonces cuando Chiara notó que no estaba sosteniendo el teléfono con una mano, y que parecía estar sentada en el suelo. A Chiara, por su parte, ya le dolían las mejillas por tanto sonreír, sin embargo no podía dejar de hacerlo porque realmente estaba muy feliz. No se había imaginado que Violeta la llamaría, mucho menos que de verdad iba a felicitarla antes que todos los demás.

"Me siento como si hubiera ganado un concurso o algo así" dijo entonces la chica, riéndose con ganas, con aquella risa bonita que a Chiara le encantaba. "Bien, ¿lista para que te dé tu regalo?"

"¿Regalo?" preguntó Chiara, abriendo mucho los ojos. "¿Cómo que regalo?"

"Primero tu sonrisa parece la de un conejito y, ahora que estás sorprendida, pareces un cachorrito perdido. ¿Y luego dices que no eres tierna?" bufó Violeta, y Chiara se odió un poquito por sonrojarse, sin embargo lo disimuló riéndose. "Como sea, sí, se podría decir que te tengo un regalo".