El Ojo Público

Capítulo 7

POV de Rebecca

Me despierto del lado donde está la ventana de la habitación y Lola sigue durmiendo detrás de mí apoyando su brazo en mi brazo. Me levanto despacio de la cama tratando de no despertarla, agarro un abrigo que tengo por ahí y salgo al balcón a mirar el paisaje verde. Mientras miro el hermoso bosque, reflexiono en mí, pienso en lo cansada que estoy de tener miedo a demostrar públicamente que amo a una mujer. Siento un nudo en la garganta, con ganas de llorar pero voy a tratar de no hacerlo. Estoy teniendo una semana muy linda con mi primera novia y no quiero arruinar nuestras primeras (mini) vacaciones por un problema mío. Respiro hondo dos veces, me doy vuelta y Lola está abriendo la puerta del balcón preguntándome por qué estoy acá y le respondo que estoy mirando la naturaleza y disfrutando el silencio de afuera. Ella me abraza de atrás, me da un beso en mi mejilla fría preguntándome si tengo frío afuera y le niego con la cabeza.

Desayunamos en el hotel y luego nos fuimos a caminar por el bosque con conjunto deportivo que me viene bien para quemar un poco de calorías. Charlamos un poco de nuestras vidas antes de la universidad y el trabajo. Lola empieza a contar sobre su vida después de dejar su país natal, Argentina.

– Cuando arranqué el primario en California, todos los de mi escuela se me burlaban porque no sabía nada de inglés pero por suerte había una maestra hispana que estudió profesorado de inglés en su país hispano y ella enseñaba español a los estadounidenses pero a mí me enseñaba inglés en otro salón apartado de mis compañeros de clase. Por suerte aprendí el idioma rápido y me gustaba mucho aprender el inglés. Y así fué por el resto de mis años en la escuela, a todos los alumnos estadounidenses les enseñaban español y a mí me llevaban a una clase de inglés a solas con el profesor.

– ¿No había otro estudiante latinoamericano en las escuelas que fuiste?

– En el primario no, el el middle school había solo tres por lo que me acuerdo y en el secundario era la única extranjera de la escuela

– Wow... la única de la escuela, ¿Y qué tal en la secundaria? ¿Recibías burlas ahí también o no?

– No, cuando entré al secundario ya pronunciaba bien en inglés pero no hablaba mucho ahí. En realidad en estos doce años de escuela casi nunca hablaba porque tenía miedo de pronunciar mal el inglés y que los compañeros se burlaran de mí pero en el secundario tenía un grupo de amigos que formábamos una banda de rock que cantábamos canciones de AC//DC en las fiestas que organizaba la escuela. Todos en la secundaria decían que era rara porque en las clases era muy callada pero en el escenario era otra persona. Me acuerdo de un profesor de historia, que era fan del rock y lo adoraba mucho, amaba verme en el escenario cantar ese género musical

– ¿Una banda de rock tenías? Que loco, no me imaginé que cantabas rock en la escuela y que eras callada generalmente

– Si jajaj, era introvertida en la escuela. No me gustaba estar ahí pero la única motivación de ir era por la banda. Cada recreo nos juntábamos para organizar conciertos para cantar en las fiestas escolares o simplemente juntarnos en la casa del baterista a cantar

– Que linda adolescencia tuviste. Ojalá hubiera tenido una así pero mi timidez no lo permitió

– Que pena, igual una parte de mi adolescencia la pasé mal porque las chicas de la escuela me molestaban por no hablar y más me molestaron cuando empecé a cantar en las fiestas

– Seguro que te tenían envidia por tener talento y ellas no tenían talento de nada

– Si, no sé. Igual mi adolescencia no fué la típica de salir de fiestas con gente porque no me interesaba hacer ese tipo de cosas. Lo que hacía era escuchar música, tocar con la banda, escribir canciones, producir música y planear un... proyecto secreto que estuve planeando desde los 16 años. Pasaba más tiempo en el sótano haciendo estas cosas que en mi habitación. Cuando hacía esas cosas de hacer música no le decía a nadie y menos a mi papá quien es el que le tengo más confianza