💛[Un Amanecer Eterno]💛

[Las advertencias de la Muerte]

—Tú mismo te buscas que Sueño sea hostil contigo, no me culpes. —Muerte lo suelta bruscamente, afilando más la mirada con ellos. —Y gracias a tu broma, Sueño está metido ahora en un lío que probablemente perjudique su relación y su vida.

— ¡Oh, por favor, hermana! ¿Qué cosa puede causar una inocente broma?

Muerte afila su mirada, al mismo tiempo que suelta un suspiro de cansancio. Tal parece que genuinamente Deseo no sabe medir las consecuencias de sus actos.

—Por culpa de tu broma, nuestro hermano tuvo relaciones sexuales con Hob bajo los efectos de la poción. —aquello dejó a Deseo con los ojos abiertos y una sonrisita de orgullo. —Ahora, por las acciones que hizo en estado intoxicado, nuestro hermano está en la espera.

Eso ultimo no lo alcanzó a entender Deseo. — ¿En la espera de qué?

Muerte se da un facepalm y suelta un gruñido. —Lo que trato de decir, querido hermanito, es que gracias a tu broma nuestro hermano está embarazado.

Aquello dejó a Deseo en un trance que ya no le dio habilidad posible para hablar. Muerte, mostrando que no está de humor para otra de sus burlas, se retira.

"Si a nuestro hermano le pasa algo por tu broma, pagarás las consecuencias."

La amenaza final es lo único que regresa a Deseo a la realidad.

[💛💛💛]

Muerte, inmediatamente, regresó a la Ensoñación.

Lucienne y Matthew, ya conscientes de que el tema era absolutamente serio, le indicaron que Hob y Sueño aún seguían en los aposentos de su hermano. Con la única orden de que tenía que ser cautelosa, ella entró a la gigantesca habitación para ver como estaban.

Esperaba cualquier escena, menos ver a Hob arrullando a su hermanito encima de su regazo entre sus brazos como si fuera un niño pequeño teniendo una pesadilla o un mal día. El humano notó su presencia e hizo la seña de juntar su índice con sus labios para indicar que guardara silencio, haciendo que Muerte se acercara con cautela; Sueño se había quedado dormido. También podia notar otra cosa: había vuelto a llorar otra vez, teniendo sus parpados hinchados de nuevo.

— ¿Fue muy difícil hablarlo? —susurró Muerte, pero lo suficientemente claro para que Hob la escuchara.

—Cuando me mostró las pruebas de embarazo, noté que estaba nervioso. Confieso que me alegré por la noticia, sería padre por segunda vez por el amor de mi larga vida. —sonrió hacia Muerte, quien le devolvió la sonrisa, aquella que se vio obligatoriamente borrada. —Hasta que vi que empezó a llorar y comencé a calmarlo. Luego me soltó lo de su hermano y qué fue lo que pasó esa noche.

Muerte apretó los labios, definitivamente estaba furiosa con ese desgraciado. Se sentó en la cama, justo al lado donde estaba la cabeza de Sueño, y no pudo evitar acariciar su rebelde cabello.

—El comenzó a culparse, diciendo de no sabía lo que pasaba y que no estaba consciente. Siendo sincero, me enojé conmigo mismo. Podría haberme dado cuenta y haber frenado esa noche.

Muerte toma su rodilla, dando un poco de apoyo moral al humano. Era sorprendente para ella lo que podía haber ocurrido en esa apuesta de hace años.

—Ni tú ni mi hermano tienen la culpa de lo que ha pasado. Nadie podía haber sabido que Deseo sería capaz de hacerle esto a ambos sólo por diversión.

Aquello deja a Hob en un extraño sentimiento de conciencia y protección. A pesar de que lo que había pasado era una barbarie, Gadling estaba absolutamente seguro de una cosa: amaba con todo su corazón a Sueño de los Eternos, y sería capaz de dar su vida por él y más.

—No voy a dejarlo solo. No ahora que recibí la noticia de que voy a ser padre, por segunda vez. —el humano mira a la Muerte, quien sonreía con orgullo. —Una segunda vez que no voy a desperdiciar jamás.

La Parca se levanta de la cama de su hermano y procede a darle un beso en la frente al rey durmiente de los Sueños, para después retirarse de los aposentos del mismo.

Hob vuelve a arrullar a su amado Eterno, sintiendo que sus brazos se acalambraban por el peso de su espalda.

Hasta que el sonido de una respiración lo dejó desprevenido.

"Sé que eres de confianza. No obstante, si dejas a mi hermano solo, seré capaz de arrancarte la vida"

Hob suspira nervioso. Siempre tenía por regla nunca hacer enojar a la Muerte, ni burlarte de ella. Ahora, que ya tenía su decisión tomada, estaría dispuesto a luchar con capa y espada a su nueva familia en formación.

Lo haría, hasta el fin de sus vidas.