[Una vergonzosa confesión]

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Un sermón y un fuerte jalón de oreja fue lo que obtuvo Deseo luego de confesarle a su gemela lo que ocurrió después en la broma. Por primera vez había visto a Desespero molesta por uno de sus juegos, ya que normalmente siempre se ponía de acuerdo con sus planes.

— ¡Oh vamos! —se quejó luego de sobarse su oreja tras ser jaloneada por el pulgar e índice de su hermana. —Me lo va a agradecer, podría mejorar su relación con ese humano.

— ¡¿Eres idiota?, SE LO ARRUINASTE! —exclamó furiosa, con su rostro enrojecido como el corazón del Umbral. —Ahora sí hay motivos perfectos para no poder defenderte, Deseo. Cavaste tu tumba en serio. —murmura derrotada.

—Por favor, hermana. —insiste, tercamente. —Lo que le puse no le va hacer daño. Además, dudo siquiera que se dé cuenta.

Una mirada reprobatoria de Desespero fue lo que obtuvo Deseo luego de verla irse de su reino. Siguió sobándose su oreja, muy disgustado. Sin duda, su gemela —a pesar de estar algo chaparrita y gordita— tenía la suficiente fuerza para arrancársela.

[•••]

Muerte estaba atónita tras escuchar la confesión de su hermano.

Tras tener un colapso emocional (comenzó a llorar) después de unir los puntos luego de preguntarle sobre su tiempo en el que estuvo dormido. Sueño confesó que se sentía hormonalmente caliente, apenas había despertado. Se había levantado, pero seguía cansado para sus labores. Dentro de unos después de los síntomas de su "celo", notó que su pareja se había dormido. Inmediatamente se dio cuenta que había pasado mucho tiempo dormido en el reino de la Vigilia.

Apenas lo notó, comenzó a sentirse sexualmente necesitado, y sabía perfectamente que dentro de poco estaría perdiendo los estribos y cometería una locura más grande; procedió a entrar al sueño de Hob (recién dormido) con la bata de dormir que traía puesta.

No recuerda nada de lo que pasó durante "eso" (y si durante la acción se cuidaron, porque confesó que había cambiado su aspecto reproductor por uno femenino), pero lo que ocurrió desencadenó que él apareciera desnudo en la cama de Hob.

—Ay, Sueño. —soltó un suspiro la morena.

Morfeo, completamente avergonzado y aterrado sentado en una silla, no puede evitar comenzar a llorar. Cubrió su cara con sus manos con tal de que no viera su hermana lo patético que se veía. Nuevamente sentía que su relación amorosa se había ido al maldito desagüe por una de las bromas de su hermano menor. Si Hob se enteraba de esto, seguramente lo repudiaría y pensaría que lo había forzado por hacerlo.

 Si Hob se enteraba de esto, seguramente lo repudiaría y pensaría que lo había forzado por hacerlo

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—Tranquilo hermanito, lo resolveremos. —lo apaciguó Muerte, muy dulcemente mientras lo abrazaba y acariciaba su cabello.

Él va a odiarme, Muerte. *sniff* —sollozó, enterrando su rostro en su pecho, haciendo que ella besara su cabello. —Lo va a hacer. 

Muerte estaba algo confusa por su reacción. Sabía muy bien que Hob era un ser humano absolutamente comprensivo y empático, y no sería capaz de juzgarlo por algo en lo que de plano no era su culpa. 

Procedió a dejar que su hermano siguiera llorando, para dejarlo desahogarse de la situación en la que estaba. Cuando finalmente se calmó, hizo que su hermano la mirara a los ojos cara a cara. Morfeo tenia los parpados enrojecidos e hinchados de haber llorado tantas veces seguidas. Una caricia en su mejilla apaciguó sus hipidos y el ligero temblor de sus labios.

—Sueño, Hob no sería capaz de odiarte. —habló suave, pero firme. —Él te ama por sobre todas las cosas y todos los años que pasó vivo conociéndote.

Pero si él se entera... —dijo aterrado el Rey de los Sueños, apretando su mandíbula a modo de impedir que más lagrimas salieran de sus ojos. —Lo amo, hermana. No quiero perderlo.

Muerte siguió con su abrazo para seguir calmándolo de su auto tortura. —No lo perderás, porque él también te ama como un loco. Pero alargarás tu incertidumbre si no se lo dices antes.

Aquello dejo a Morfeo nervioso, y en un ligero estado de trance. Contárselo a Hob sería aparentemente sencillo si eso no lo deja mortalmente aterrado por cómo reaccionaría luego de decirle todo el suceso.

Inesperadamente, Morfeo vuelve a sentir un ligero retortijón en su estómago haciéndolo marearse y, como era de esperarse, tener las ganas de vomitar. Rápidamente salió corriendo, perseguido por Muerte detrás suyo, hacia el baño de su palacio. A duras penas alcanzó el váter y comenzó a vomitar.

—Eh, Sueño. —comienza a hablar Muerte, preocupada. —No quiero alarmarte, pero sería más prudente que te hicieras un test de embarazo.

¡¿QUÉ?! —exclamó Sueño, para después en segundos, recibir una arcada y volver a vomitar. Muerte le acaricia la espalda. —Me estás tomando el pelo.

—Lo que te quiero decir, es que es muy probable que estés en cinta. —dice. — ¿En serio no recuerdas si usaste protección cuando lo hiciste con Hob?

¡Ya te dije que no! —se quejó, molesto y paniqueado. —Pero es imposible que quede embarazado, ¡solamente cambie mi aspecto externo, no interno!

—Seria improbable, pero no imposible. —aseguró la morena. —Y sólo hay una forma de averiguarlo.

Ayudó a su hermano a limpiarse y a mantenerse arreglado para viajar al mundo humano por el instrumento que se encargaría de resolver aquella incógnita que despertaba en su mente. Para Sueño esto era humillantemente vergonzoso, y más aún que tendría que confesar lo que estaba pasando a sus súbditos para no preocuparlos y mantener informada a su bibliotecaria y a su cuervo del asunto.

Y más importante, decirle a su amado humano todo lo ocurrido en esa noche. Estaba aterrado.

Completamente aterrado. 

💛[Un Amanecer Eterno]💛Där berättelser lever. Upptäck nu