❝Cierra los ojos e imagina que es un mal sueño; lo hago todo el tiempo❞
Si quieren algún imagina pidanlo con confianza, siempre especificando con quien lo quieren y algunos detalles significativos. ¡Gracias!
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Caminaste tomada de la mano junto con Gilbert por la ciudad, Arnie iba por delante de ustedes jugueteando con las palomas que bajaban buscando comida; te emocionaste cuando una de las aves empezó a comer de la palma de la mano de tu pequeño cuñado y también notaste una sonrisa de tu novio al verlos a los dos emocionados.
Gilbert y tu tenían planes de casarse, así que totalmente comprendías el hecho de que a tu pareja le tranquilizara el que Arnie y tú se llevaran de maravilla.
— En el futuro también habrá niños alimentando aves, lo sabes, ¿cierto? —preguntó susurrando en tu oído.
No pudiste evitar sonrojarte por ese comentario, sin embargo, asentiste, deseabas ser la madre de sus hijos, deseabas ser todo para él, lo que te pidiera tú lo harías; y no es que el amor te cegara, sabías cuales eran tus límites, aun así, te gustaba ser intensa y apasionada en cuanto a las relaciones sentimentales se trataran.
Siguieron divirtiéndose por un buen rato más, después de eso te acompañaron a casa y seguramente ellos se fueron también enseguida a la suya, no pudiste saberlo porque ya te encontrabas bajo las sábanas totalmente cansada. Al día siguiente iniciaste tu día con calma, estudiaste un poco, aseaste tu alcoba y después de eso tu mamá te había pedido ir a comprar la despensa al súper, aceptaste porque eso significaría poder ver a Gilbert, incluso acomodaste tu cabello y te colocaste lápiz labial para que él te pudiera ver bonita.
Caminaste sonriente hasta que llegaste a la famosa calle Schmidt, pudiste ver ahí como tu novio salía de una de las casas, sabías que muchas veces apoyaba entregando despensa a domicilio o acompañando a las ancianas que no podían cargar todas sus bolsas. Pensaste que así sería mucho mejor, ahora los dos irían caminando hasta el super, de esa forma pasarían más tiempo juntos.
Caminaste unos cuantos pasos más, querías que Gilbert se despidiera de la señora para entonces alcanzarlo y sorprenderlo; pero la verdadera sorpresa fue cuando después de mirar a ambos lados la tipa lo besó en los labios; rogaste durante un segundo que tu novio la empujara, pero en vez de eso correspondió a ese afecto y se alejó sonriente.
Te recargaste en el auto que te mantenía escondida y empezaste a llorar, no hacías ningún ruido, pero tus lagrimas rodaban por tu rostro a un ritmo veloz y constante, querías saber todo lo que sucedía entre ellos dos, pero al mismo tiempo sabías que eso solo te iba a lastimar más. Retomaste tu camino y alcanzaste a tu querido novio infiel, ¿cómo era posible que alguien que te juraba amor y se divertía tanto contigo fuera infiel?
— ¿Cuándo me lo ibas a decir?
Gilbert se giró sorprendido, evidentemente sin esperarme, eso me enojó muchísimo más, el hecho de que al pensar que yo no lo vi creyera que pudiera hacer lo que se le diera la gana. Me abalancé sobre él golpeando repetidamente su pecho, no supe en que momento me sujetó aun con más firmeza evitando más golpes de mi parte. Lloré en su pecho con tristeza, aferrándome a un hombre que ya no existía, porque eso iba a suceder, Gilbert iba a desaparecer para mí, lo estaba haciendo justo ahora, todos los recuerdos lindos que tenía con él se estaban esfumando poco a poco, todo porque mi cerebro me decía que esos momentos habían sido mentira, él tenía otra mujer.
— ¿Quién es ella, Gilbert? ¿Desde cuándo has estado con ella?
Mi mente me estaba haciendo preguntas suicidas, cada una de ellas me dolía más y más, no sabía si quería externar todas las dudas de mi cerebro porque estaba segura de que las respuestas no me iban a gustar.
— ¿De qué hablas? ¿Quién es ella?
Y entonces una bofetada impactó directo en su rostro, me estaba viendo destruida y aún se atrevía a juzgarme como loca.
— Te vi, te besó, Gilbert. ¿Es la primea vez? ¿Tienes algo con ella? ¿Qué está pasando?
Gilbert bajó la mirada, eso significaba que algo andaba mal, sin duda. No podía creerlo, no solo se trataba de un beso entre ellos, sino de algo más, ellos ya habían cultivado recuerdos, tal vez la misma cantidad de los que tenía conmigo.
Sentiste que ibas a vomitar, podías sentir las arcadas queriendo apoderarse de tu boca, caminaste en la dirección contraria, tenías que evitar que te viera en ese mal estado, Gilbert trató de seguirte, te tomó del brazo, pero te zafaste tan rápido como pudiste.
— Jamás en tu vida mevuelvas a tocar —soltaste con amargura, él trató de hablar, pero continuaste tucamino, lejos de Endora y sobre todo de Gilbert Grape.
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Actualicé rápido, ¿qué sigue? ¿Lluvia que venga desde el suelo acaso? Deberían hacer pedidos aprovechando mi muchísimas ganas de escribir (aclaren que quieren final feliz porque amo escribir infidelidades jeje).
