Johnny Depp - One shots

JOHNNY DEPP

❝Secret love song❞
(Johnny no desea involucrarte en el mundo de la fama, así que te pide que su relación sea un secreto).

Observaste la televisión, Johnny no estaba, pero en la pantalla podías verlo charlando animadamente con Jimmy Fallon, no era que te sorprendiera, después de la trayectoria que tenía tu novio, lo raro solía ser verlo en tu casa con pijama y tallando sus ojos.

Escuchaste atenta como abordaban el tema de la vida personal de Depp, cuando llegó el turno de hablar de mujeres quisiste apagar la t.v. y salir a tomar aire, pero como siempre, la curiosidad era más fuerte. Te quedaste observando como le preguntaban si es que tenía novia, y una mueca apareció en tu rostro cuando él, en completa calma, respondió que no y que tampoco estaba en busca de una. Jimmy siguió insistiendo, pero Johnny solo dijo que hasta ahora ninguna le había causado algo especial.

Tu sabías la verdad, así que no entendías porque aquella entrevista te había dolido tanto. ¿Y si era por qué en el fondo sospechabas que Johnny no te amaba lo suficiente para hacer pública su relación?

No. El amor que J te demostraba cuando caminaban por la calle o bailaban en casa era real, tú lo sabías. Aunque claro, cuando se daban esas caminatas, Johnny tenía que ir cubierto, siempre gafas, abrigos y sombreros ridículos; y en casa, bueno, él siempre llegaba en la noche, cuando se aseguraba de que ningún paparazzi estuviera siguiéndolo.

No podías contarle al mundo que Johnny era tuyo, que tú le pertenecías, y para ser sincera, eso te estaba matando.

Después de varias horas, Johnny llegó a tu casa, eran cerca de las dos de la mañana y él esperaba verte dormida, no contó con que te encontraría viendo comedias románticas con un enorme tazón de helado y con Tamal —tu gato— en tus piernas. Quiso reír al ver la tierna escena, pero algo le extraño, así que con cautela se acercó, tú ya sabías que había llegado a casa, pero no querías verlo, hoy no.

— Cariño, estoy aquí. —anunció tomando asiento a tu lado, esperando el beso que le dabas siempre que llegaba.

— De acuerdo.

Tu respuesta lo hizo fruncir el ceño, para ese punto ya sabía que evidentemente estabas molesta con él, Johnny nunca entendería a las mujeres, tampoco quería hacerlo, para él era más interesante de esta forma.

— ¿Sucedió algo?

— Hasta ahora ninguna ha causado algo verdaderamente especial como lo hizo Amber —recitaste sus palabras sin verlo, sintiendo como el dolor se hacía aún más grande en ti.

— Es obvio lo que significas para mí —se encogió de hombros, ofendido con tus palabras—. Encajamos perfectamente, cada segundo y cada pensamiento te los dedico porque me tienes enamorado, pero si quieres que lo demuestre en cámaras entonces vivirás infeliz.

Mordiste el interior de tu mejilla, no querías llorar, tan solo querías reunir el valor para decirle que no merecías ser un secreto, que lo mínimo que merecías era alguien que te presumiera en la calle, alguien que esté dichoso de subir miles de fotografías contigo, que hable de ti a cada momento, no un hombre que solo en la noche pudiera hablarte.

— Bien, entonces lo que tenemos no tiene esperanza.

— Puede tenerla —Johnny frunció el ceño—. ¿Por qué no me entiendes?

— Porque no podemos abrazarnos en la calle, no podemos besarnos en las malditas reuniones ni hacer cosas estúpidamente cursis como todos —habías soltado tan violentamente las palabras que hasta tu gato prefirió refugiarse en los brazos de J—. Y eso es lo que siempre he querido.

Johnny te observó con pena, él también lo quería, pero no podía. Nunca te sometería a las críticas, paparazzis enfermos, acosadores y mala fama.

— ¿Por qué simplemente no puedo vivir mi propio romance? ¿Acaso no lo merezco?

Él quiso decir algo más, prometerte que todo cambiaría, pero no lo hizo. En vez de eso dejó a tu gato sobre el sofá y sin decir adiós, salió de casa. Supusiste que era verdad, no merecías tu propio romance.