Johnny Depp - One shots

JOHNNY DEPP.

August.

~

El aire salado golpeó mi rostro, no podía creer que estuviera haciendo esto. Sonreí, una sonrisa que se mezcló con el asombro en mi cara, en realidad lo estaba haciendo. Esto estaba sucediendo y yo era la protagonista.

— ¿Estás segura? —Su voz sonó en un susurro y yo negué, aunque con un atisbo de diversión en los ojos.

— Nunca lo he hecho antes —Admití colgando mi mochila de lado antes de correr por todo el pueblo sintiéndome como una criminal por escapar de las clases de un curso barato que mis padres habían conseguido para mí.

Lagrimas salieron de mi rostro al recordar aquello, el como me había emocionado tanto por haberme saltado esas lecciones, como pensé en que él realmente sacaba lo mejor de mí, hasta el lado más rebelde y profundo de mi alma. El mismo pensamiento tuve cuando estaba en su cama, retorciéndonos entre sus sábanas azules, no eran blancas, ni pulcras, eran azules y olían a él. Recuerdo la habitación oliendo solo a él, aún cuando yo era la que daba saltos una y otra vez sobre él mientras mi cabello se movía al compás y mi sudor se mezclaba con su piel.

— ¿Eres mía? —Cuestionó mientras me tomaba de las caderas frenando mis movimientos.

El tiempo se quedó en pausa en ese momento, nuestros ojos no cedían en esa batalla de miradas, él esperaba mi respuesta y no me dejaría continuar en busca de mi orgasmo hasta que le diera una buena respuesta.

— Sabes que soy tuya, siempre será así.

Y entonces lo besé mientras me volvía a menear sobre él en busca de mi liberación y de la prueba de lo mucho que me gustaba ser suya.

Era claro que yo era suya, pero él jamás había sido mío, ni siquiera en agosto cuando lo había tenido tantas veces debajo de mí proclamándome como su chica. Tampoco había sido mío en aquellos días de playa cuando me apoyaba sobre su espalda y le preguntaba angustiada que pasaría cuando el verano terminara y tuviera que regresar a su casa y a su vida de antes, no era mío cuando se giraba y con una sonrisa me decía que llamaría todos los días y que lo haríamos funcionar. John jamás fue ni quiso ser mío.

— Se va a estrenar la nueva temporada de The Walking Dead, dicen que Daryl se ve muy bien, ¡no te lo puedes perder, T/N!

Sonreí divertida y me encogí de hombros observando a mi amiga, ninguna de sus palabras me iba a convencer y eso ella lo sabía. Otra cosa que ambas sabíamos es que había peleado con John, una charla estúpida porque él ya estaba empacando y bromeó sobre terminar con lo que sea que tuviéramos; por eso mi plan era quedarme en casa esperando una de sus llamadas para resolver el asunto.

— Te vas a quedar sin Johnny ni Daryl, solo te lo advierto.

Y me invadió el miedo, ¿sería posible que John no llamara? Sí, era posible. John Depp nunca llamó y al parecer, tampoco bromeaba sobre terminar conmigo.

— ¿Quieres escapar conmigo? ¿Realmente dejarías toda tu vida aquí por mí?

— Mi vida inició el día que te conocí, Johnny.

Hablé mientras subía a sus piernas, él me sujetó con firmeza de la cadera y sonrió, alegre con la respuesta que le había dado. En ese momento me sentí segura, estando así con él nadie me podría hacer daño, sus brazos me tenían, él me tenía, yo ahora era suya y las personas cuidan aquello que les pertenece.

— Te adoro, lo sabes, ¿no? —John apartó un mechón de cabello de mi rostro y en ese momento fui feliz.

Asentí alegre escuchándolo y empecé a besar su rostro, me sentía como la chica más feliz del mundo, podría haber aceptado morir ahí mismo porque había conocido lo que era la felicidad plena.

— Soy tuya.

Pero ahí se encuentra el meollo del asunto, él nunca fue mío.

// Nota: Lamento si se hizo confuso, solo quiero aclarar que lo que se encuentra en "cursiva" son recuerdos. Gracias a Taylor Swift por ser siempre mi inspiración.