El orgullo de papá

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Con la puerta cerrada en nuestras narices, fui testigo de una densa y eterna pelea entre hermanos.

-¡¿es que a quién se le ocurre?! vos sos un idiota

-¡bueno! ¡deja de gritar! ¿no ves que estoy re triste?

Miré a Matías que estaba sentado en el escalón ante la puerta.
era cierto que estaba triste,el único que no podía dejar de gritar era Fran, que por el contrario estaba muy enojado con su hermano, y no podía culparlo porque yo también lo estaba, Matías había secuestrado a Blas y nos había arrastrado a todos hasta Uruguay con la excusa de cazar al cazador cuándo en realidad sus verdaderas intenciones era lisa y llanamente recuperar a su ex.

En algún momento del último siglo, Enzo y Matias se enamoraron.
Matias, al parecer seguido por una costumbre familiar, lo habia convertido.

Ahora llevaban peleados unos meses pero él no podía superarlo, asi que había usado el olfato de Francisco para encontrarlo con rapidez.

Yo no opinaba, pero estaba preocupado, se hacía muy tarde y temía que amaneciera con nosotros tres en la calle, asi que les pedi que dejaran de pelear y nos fuéramos de nuevo al hotel.

-eso-dijo matias poniéndose de pie nuevamente-¿escuchas?-le preguntó a la puerta-me tenes que abrir, porque si sigo acá me va a agarrar el sol y me voy a morir en la más dolorosa agonía,y no solo yo, me estás obligando a asesinar a mi hermano mayor, que tanto quiero, y a este tipo Esteban que no sabe ni dónde esta parado...

La puerta se destrabo y de muy mala gana el tal Enzo volvió a salir.

-realmente sos insoportable-le dijo mirando la luna-pero es cierto, asi que les pido que se vayan y me dejes en paz...

Matías se acercó a él y lo abrazó con fuerza.
el tipo se negaba a hacerlo pero parecía sentir una especie de debilidad por él, pues al final lo abrazó también.

Nos invitó a pasar y la casa era la más engañosa del mundo.
por fuera se caía a pedazos, pero por dentro parecía una mansión antigua.

Enzo sirvió cuatro copas de un líquido rojo que en otro momento de mi vida hubiese cuestionado, pero dado que empezaba a tener hambre de...aquello de nuevo, bebí sin chistar.

Matías y él se fueron a la cocina y se podían escuchar sus gritos. al parecer Mati le había sido estafado con algo o eso entendía, pues aunque me esforzaba por escuchar Fran no me dejaba hacerlo, lo tenía encima mio en el sofá y no dejaba de besarme

-Fran, esta tu hermano ahi...

-¡estamos sin Blas! hay que aprovechar,ya sabes como es esto de la paternidad primeriza

Le seguí el juego y empezamos a besarnos allí hasta que el dueño de aquella casa nos interrumpió

-pueden dormir en el cuarto de abajo...

-vamos-dijo Fran sin ningún tipo de vergüenza y me llevó allí de la mano.

●●●

Nos metimos en la cama muy excitados.
Él me sacó la ropa y yo quería hacer lo mismo, pero me ponía nervioso saber que podian escucharnos.

-quieto...acá no podemos

-ser un vampiro es no tener regla alguna-dijo, mientras metía una mano dentro de mi ropa interior.

Intenté resistirme todo lo que pude, que fue poco, porque él me podía, como siempre.

-basta nene, ¿que querés? ¿que tu cuñado nos eche?

-que me cojas quiero-dijo.

Si mi esposo quería eso, eso tenía que darle, no podía decirle que no.

Le bajé el pantalón y poniendolo de costado, me coloque detrás suyo.
Besandole el cuello empecé a penetrarlo despacio, y todo el asunto tenía que ser así, despacio, no podiamos hacer ruido, al menos a mi me avergonzaba.

El mordia la almohada suavemente mientras yo lo cogía lento pero profundo, necesitaba que acabaramos
juntos y rápido, me ponía nervioso el sonido de esa cama extraña.

Evidentemente, a él eso le importaba un carajo, porque cuando empezó a sentir que tocaba dentro suyo zonas sensibles, empezó a gemir descaradamente, obligandome a taparle la boca, intentando ahogar esos gritos que iban en aumento.

La adrenalina de que nos escuchen, el hecho de hacerlo así, lento y casi con cierta quietud, o el no poder hacer el ruido que soliamos hacer en nuestra casa, hizo que el orgasmo se prolongue mucho más de lo normal.

Cuando al fin terminamos, nos quedamos abrazados y desnudos, dormidos hasta la siguiente noche.

●●●

Como todo el asunto de ser vampiros era básicamente tener los horarios invertidos, estuvimos los cuatro desayunando juntos cerca de las ocho de la noche.
Enzo y Matias se habían arreglado y era evidente,no podían dejar de besarse, y fue más evidente aún cuando Matias anunció que se quedaría viviendo con él en Uruguay, lo que para Francisco fue un alivio.

●●●

De vuelta al hotel para encontrarnos con Blas y volver a casa, ambos volvimos a sentirnos extraños con respecto a él; afortunadamente el viaje en taxi fue corto y pudimos entrar cerca de las diez de la noche a la habitación, cuándo la luna estaba en su máximo esplendor.

Al entrar no hizo falta ni encender la luz,el olor a sangre fresca nos llegó a la nariz de una forma clara.

seguimos el rastro de sangre hasta el baño y al abrir la puerta el corazón parecía saltarme del pecho, tenía mucho miedo de encontrar a nuestro nene lastimado.

sin embargo la sangre no era suya, era la de un conserje del hotel.
y nuestro nene no era un nene, era un perro gigante repleto de rulos que nos miraba con los ojos brillantes.

-¿que mierd...

-no puedo creer no haberlo olido-dijo Fran fascinado

-¿que pasa?

-nuestro adolescente humano no es humano-me explico mirandome, en su cara había orgullo-es un adolescente-lobo, y hoy hay luna llena...¡ay dios! ¡estoy tan contento!

En otra vida, ver a un hombre lobo devorando a un tipo, hubiese sido razón suficiente para desmayarme.
en esta nueva vida, solo cerré la puerta y me fui a dormir.

Vampi: 𝐞𝐬𝐭𝐞𝐛𝐚𝐧 𝐱 𝐟𝐫𝐚𝐧𝐜𝐢𝐬𝐜𝐨Where stories live. Discover now