Góticos

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Buenos Aires de noche tenía una apariencia distinta, incluso más distinta a como la recordaba antes.
Ahora las luces me parecían más brillantes, los edificios más altos y el sonido más claro, me estaba convirtiendo en un super hombre, aunque no fuera más uno.

Francisco conocía las calles como la palma de su mano, me mostraba todo, me decía cuáles eran los lugares buenos para estar sin ser molestados, y los lugares para...comer.

-es gente mala que no tiene familia, Estebi, y te comerian a vos si pudieran

-¿eh?

-¡lo de los Simpson! lo de las vacas...

-no veo los Simpson yo

-que aburrido

Me tomó del brazo y seguimos caminando; no tenía idea de a donde nos dirigiamos pero por alguna razón confiaba en él.

Luego de atravesar algunas avenidas importantes llegamos hasta una calle que yo conocía, era la calle de los bares más alternativos de la ciudad.

Fran quería entrar a uno en particular, que tenía una larga fila de personas muy raras esperando.
yo insistí en ir a otro, claramente no íbamos a entrar nunca, pero él me aseguró que si mientras caminaba a la par de la fila

-es que acá somos dioses, Estebi

-¿dioses?

él volteó a mirarme y la luz de luna le hizo brillar los ojos como si fueran los de un gato

-esta gente nos adora

No tenía la menor idea de que a se refería pero no tuve la intención de preguntar nada más, solo lo seguí hasta la puerta dónde un tipo enorme de seguridad le puso una mano en el pecho

-¿que haces? hace la fila como todos-le dijo

-no-dijo él mirandolo a los ojos-nosotros vamos a entrar primero

Las pupilas del pobre tipo se dilataron al tamaño de dos monedas grandes y corrió la cadena que evitaba que la gente pase

-adelante-nos dijo con amabilidad

El lugar era pequeño y muy pero muy oscuro.
la música extremadamente alta me saturaba los oídos y la masa de gente bailando me mareaba.

Fran sin embargo parecía tranquilo, caminando entre la gente como si no tuviera a nadie en el medio.
Llegamos a la barra y él se apoyó en ella pasandome un brazo por los hombros

-manipulaste al de seguridad

-anda acostumbrandote que nosotros hacemos las cosas asi-dijo mientras miraba la carta de tragos-te gusta la ginebra ¿no?

-si...

-señorita-llamó a la chica que atendía.ella dejó todo lo que hacía y con las pupilas dilatadas, se acercó-dame una ginebra y un...-murmuró mirando la carta-bloody Mary

-enseguida-dijo ella hipnotizada

-¿bloody Mary? ¿en serio?

-no es sangre de verdad, eh, aunque podrían, sería más rico

-sos repulsivo-le dije, aunque no podía seguir ignorando el hecho de que el olor de las personas y de su sangre, que por algún motivo podía sentir, me hacían rugir el estómago

Nuestros tragos llegaron y nos dimos vuelta para mirar a la gente.
todos estaban vestidos de negro, con redes y el pelo de colores, eran los llamados "góticos".

-¿ellos son como nosotros?-pregunté tomando de mi ginebra, que era claramente muy cara, y gratis

-¿estos? ¡no! son solo ridículos, pero nos veneran

-¿saben?

-¿como van a saber? para ellos los vampiros son una fantasía y les gusta creerse uno, si supieran...

-la música que escuchan es terrible-dije, era realmente muy irritante-¿dónde quedó Beethoven, ¿eh?

-¿Ludwig? ¡si! tipazo, lo conocí en Alemania

Mi mente hizo todos los cálculos de forma rápida y lo miré sorprendido

-¿eh? pero ¿que edad tenés, entonces?

Él sonrío y dejó su bloody Mary en la barra

-no me creerias...¿vamos a bailar?

-por supuesto que no

-Estebi, vamos a pasar la eternidad juntos, no seas aburrido, vamos

Tomó mi mano y me arrastró a la pista, y el tiempo voló en eso.
yo no era un tipo que bailaba, pero no pude quejarme, realmente la estaba pasando bien.

●●●

Algunas horas más tarde nos fuimos.
caminando llegamos hasta un puente y mientras él se dedicó a morder a uno de los borrachos que dormían ahi abajo, yo lo esperaba sobre el puente.
Me daba asco, pero el olor de la sangre derramada llegaba hasta mí allá arriba y el hambre que sentía me desesperaba, y sabía muy claramente que no podía calmarlo con nada más.

Cuándo terminó subió conmigo mientras se limpiaba los labios.

-lo hubiese dejado convertido, pero con esa cara de malo, ¡deja!

yo podía escucharlo pero el hambre y la sed de sangre me mareaban.
lo miré y él no necesitó que le diga nada más

-Estebi, tenés que hacerlo

-no voy a poder

-es fácil

-¡no lo es!

No supe como, no lo recuerdo, pero él logró llevarme abajo y mostrarme a otro hombre que dormía.
se puso detrás mío y apoyó sus delgadas y pálidas manos en mis hombros

-vas a saber que hacer-susurró serio, o quizás simplemente le habló directo a mi cabeza

toda la cordura que tenía todavía se escapó de mi cuerpo.
me acerqué hasta el tipo y me incline sobre él.
él seguia durmiendo, lo cual agradezco, y sintiendo como de forma automática mis colmillos se extendian, lo mordi.

No fue como lo había pensado, fue terriblemente fácil y satisfactorio, como si lo hubiese hecho toda la vida.

La sangre bajó por mi garganta y fue instantáneo el placer, todo mi cuerpo, que hasta entonces se sentía agotado, cobró vida.

Me senté apoyandome contra la pared.
Fran se sentó en frente mío y me miró.

-solo una vez al mes ¿no?-le pregunté

-si, tranquilo-dijo él con sus ojos encendidos clavados en mi boca, que tenía sangre fresca en ella

se acercó a mí y apoyando sus manos en mis hombros, se inclinó encima mío.
pasó su lengua por mi boca, limpiandola, y yo apoyé la mano en su nuca, besandolo.

Nos besamos bajo ese puente de una forma violenta, nuestras lenguas parecían pelearse mientras mi pecho se agitaba.
Cuándo abrí los ojos él parecía radiante.

-¿vamos a casa?-le pregunté

-estás invitandome de vuelta...

-estoy invitandote a vivir juntos, tenemos mucho tiempo para conocernos

él sonrío contento y me ayudó a levantar, pero volteó a mirar al tipo, como si hubiese escuchado algo que yo no pude

-lo dejaste vivo-dijo tomando mi mano-lo convertiste ¡y con esa cara de malo!

-creo que los malos somos nosotros-le respondí enredando mis dedos en los suyos.

Vampi: 𝐞𝐬𝐭𝐞𝐛𝐚𝐧 𝐱 𝐟𝐫𝐚𝐧𝐜𝐢𝐬𝐜𝐨Where stories live. Discover now